Un padre deberá embarcarse en un peligroso viaje en búsqueda de sus hijos, luego de la Batalla de Galípoli durante Primera Guerra Mundial.
Estambul mío
1915. Connor es un granjero australiano, quien tuvo que mandar a sus hijos para que peleen en el frente ingles durante el conflicto bélico. Pero los chicos nunca llegaron, y con el paso del tiempo, la relación entre él y su esposa se empieza a deteriorar. Es en el momento más crítico cuando Connor decide ir a Estambul en búsqueda de lo que queda de su familia.
Debut con el pie derecho
Camino a Estambul representa el debut en la silla de director de Russell Crowe. Estos primeros films de los actores devenidos en realizadores, suelen ser declaraciones de intenciones de cara a su futura carrera como tales. Tenemos el ejemplo de George Clooney, que actoralmente lo vimos hacer de todo (incluso de Batman, argh), pero que a la hora de dirigir films, siempre se nos mostró como alguien preocupado por la política de Estados Unidos. Bueno, en Camino a Estambul Crowe nos propone un viaje (tanto interno como externo) de un personaje que está al borde de perderlo todo.
Pese a que a veces este viaje por las calles y ciudades peca de ser inverosímil en el hecho de que todas las personas que se cruzan con Connor son nobles y de buen corazón, Crowe (que también es el protagonista) resuelve esto con bastante muñeca tanto desde el lado del personaje como desde la historia.
Por un lado el guión no se detiene a dar muchas explicaciones, avanza constantemente y lo hace rápidamente, haciendo que el espectador no se detenga muchas veces a preguntarse qué es lo que acaba de pasar o como tal personaje se zafó de una situación peligrosa. Esto ayuda bastante a la dirección de Crowe, porque le da tiempo para retratar en simultaneo lo laberíntica que es Estambul, y parte de su cultura, pocas veces filmada en el cine moderno.
También su muñeca y experiencia como actor hacen creíbles algunos momentos bastante forzados como una conveniente amistad con un oficial turco, o el casi obligatorio romance que nos meten en la película; donde Olga Kurylenko no puede aportar mucho más que su bella cara y alguna sonrisa. Acá para mi hay un pifie de guión, porque su personaje podría haber sido desarrollado un poco más en post de volver creíble esta historia. Y lo mismo se podría haber dado con el militar ya citado.
Conclusión
Camino a Estambul es un buen debut como director de Russell Crowe. Pese a que la película no propone nada nuevo, y que tiene algunos fallos de guión, se hace amena y entretiene, y en sus casi dos horas de duración nunca se nos va a hacer pesada. También podríamos decir que el film es una especie de resumen de la carrera del propio Crowe como actor; tiene cosas muy buenas, otras a las que uno le tiene que hacer la vista gorda para no ponerse en quejoso, pero así y todo está lejos de ser algo malo.