Debut con trampas
Guillermo Arriaga, guionista de Amores perros, 21 Gramos ¿Cuánto pesa la vida? y Babel, debuta como director con Camino a la redención, donde como en las tres películas antes mencionadas pareciera volver a sus complejas historias paralelas que siempre terminan rozándose en el momento culminante, sin embargo, aquí la redención tiene otro giro, tan tramposo como obvio.
Mientras conocemos el personaje protagonizado por Charlize Theron, manager de un coqueto restaurante de Portland, que maneja con severidad germana, una condición que no le impide alternar sexualmente con clientes y empleados; en paralelo iremos descubriendo una tragedia amorosa que involucra a dos familias: el padre chicano y una típica madre norteamericana que mueren al estallar el trailer donde tenía sus encuentros furtivos.
Ambas historias parecieran no tener punto de encuentro hasta que un artilugio tramposo y muy poco logrado descubre el punto de coincidencia que termina por desplomar una historia que sin grandes innovaciones se seguía con cierto interés. Lo cierto es que desde el puntos de vista técnico la cámara se mueve con solvencia aunque con un pretendido estilo “Indi” con el que se intenta darle más verisimilitud al film que no escapa de ser un mero producto hollywoodense.
Si bien el marketing y algunos colegas intentaran encontrar en Arriaga los mismos meritos que tampoco tenía su antiguo socio el multipremiado y multipromocionado director Alejandro González Iñárritu, para el espectador será solo una película más que se olvidará apenas empiecen a correr los títulos finales.