La sangre manda
La ópera prima de Guillermo Arriaga (guionista de Amores perros, 21 gramos y Babel de Alejandro González Iñárritu) sigue en la línea argumental de sus antecesoras. Tres historias con un mismo punto de conflicto que servirá como nexo para unirlas entre sí.
Camino a la redención no es una película compleja aunque bien podría haberlo sido. Tomando como eje temático una familia y su descendencia, el film abordará en tres épocas diferentes situaciones que serán determinantes en el conflicto sucesorio. Lo interesante de la trama es que el espectador no sabrá que las tres historias estarán unidas por la misma sangre.
Mediante el uso de una estructura coral y dividiendo el relato gracias al montaje alternado. Guillermo Arriaga irá transportando al espectador a un mundo de traiciones y amores prohibidos. Una mujer infiel, una hija vengativa (interesantísimo trabajo de Kim Basinger), una madre que rechaza a su hija) y una pareja de jóvenes viviendo un amor prohibido serán los nexos para construir el relato en diferentes épocas. Lo dispar es que será un mismo personaje el que las transite, buscando la redención a la que le hace honor el título con el que se estrena en Argentina.
Charlize Theron ganadora de un Oscar por Monster (2003) logra un trabajo excepcional y de un histrionismo convincente. Sus pasajes redentorios hablan de la gran ductilidad con la que cuenta la actriz.
Camino a la redención no decepciona pero tampoco sorprende. Una película más de esas en las que los personajes deben luchar contra sus propios errores y como siempre encontrarán lo que buscaban: el perdón. Entretiene.