A través de gestos y una actitud apesadumbrada el actor irradia el profundo malestar que siente Hugo, con situaciones cotidianas y un guión lineal que hacen que la historia encuentre identidad con las de mucha gente del interior que no llegan a concretar su sueño por situaciones fortuitas (en este caso un accidente en moto), convirtiendo a Camino al Éxito un drama costumbrista simple y emotivo.