Una película que alude a una fantasía muy generalizada con los pequeños que juegan al futbol y fantasía mediante, puede transformar destinos y familias. Un fábula recurrente que surge en la mirada de un ser enojado con su realidad, que después sabremos que con su pasado construyó esa especie de amargura permanente con la vida. Un película de caminos, una propuesta honesta y con momentos muy logrados por Sebastián Rodríguez, en su primera película (ganó el concurso de Operas Prima del Incaa). La luz de esperanza para salir de la mediocridad es una prueba en un club de futbol, en un derrotero donde el adulto aprenderá más que el pequeño. Con un destino que casi lo emparenta con la delincuencia, y una redención chiquita pero compensadora, el film sigue ese cambio de eje de un treintañero que no puede salir de su chatura. Un director atento a cada cambio pequeño de su protagonista, en una buena actuación de Sergio Prima, bien secundado por un elenco elegido con cuidado: Paula Corruega, Mariano Argento, Benjamín Otero y Eugenia Guerty.