Una road movie con Sergio Prina y Benjamín Otero
Camino al éxito (2022) es una Road Movie clásica en su forma y elementos constitutivos. El film escrito y dirigido por Sebastián Rodriguez sigue al pie de la letra los tópicos de este género: Un viaje de autoconocimiento para dos personajes dispares que se encuentran en el recorrido a partir de la serie de vicisitudes que les toca atravesar.
El conductor de este periplo es Hugo (Sergio Prina), un hombre de pueblo frustrado por no poder concretar su sueño de ir a Buenos Aires. Cuando el cazatalentos (Mariano Argento) que llega a su taller, lo convence de que Enzo (Benjamín Otero) es un potencial futbolista, ve la posibilidad de cumplir su sueño de viajar al centro porteño. Así se embarcan juntos en la ruta, aunque los problemas no tardan en presentarse.
Bien filmada y mejor actuada, la película de Rodriguez tiene su punto flojo en el guión, no por ser convencional y hasta previsible (que no es un problema en sí mismo) sino por llevar algunas situaciones hasta lo imposible. La credibilidad de la historia se pone en duda por más fábula bienintencionada que plantee.
Los personajes femeninos que aparecen en el 'camino al éxito' del título, se conciben en materia de estructura dramática, como ayudantes necesarios para que los protagonistas alcancen su objetivo. Gracias a ellas, Hugo y su sobrino pueden seguir el viaje para concretar sus sueños. Mujeres construidas con trazo grueso que se desviven hasta el imposible por un protagonista de dudosa moral y poco carisma. Una situación forzada desde el costumbrismo que tensa la verosimilitud de la historia.
Fuera de este detalle, Camino al éxito redondea un film que cumple con el formato que presenta y entrega un momento agradable al espectador, recostado sobre un mensaje de sueños y anhelos por conquistar.