Enigmático film en el valle de Punilla
Tras La carrera del animal (ganadora de la Competencia Argentina de la edición 2011 del Bafici), Grosso se trasladó a un pueblo cordobés en pleno valle de Punilla para narrar una historia de connotaciones policiales y románticas. Agustín es un treintañero que regresa al lugar luego de una larga ausencia para someterse al juicio por la sangrienta muerte de sus padres. Leila (Valeria Blanc) también llega a la zona, pero escapando de traumáticas relaciones familiares.
El punto de partida es enigmático, inquietante, pero el director prefiere no ser demasiado explícito, opta por no profundizar ni mucho menos resolver los conflictos ni los misterios que plantea. Y esa omisión, ese escamoteo, puede resultar un poco frustrante, sobre todo para un público que busca un cine más clásico.
De todas maneras, la indudable capacidad de Grosso para la puesta en escena y la construcción de climas de llamativa densidad, las impecables actuaciones (sobre todo la del protagonista, Agustín Rittano) y el aprovechamiento dramático de los exteriores (especialmente los bosques en escenas nocturnas) hacen de Camino de campaña una película que se sigue con bastante interés.