Nostalgia de fin de semana.
Camping es la opera prima de la directora mendocina Luciana Bilotti y la película ganadora del concurso “Raymundo Gleyzer 2015”, la cual tendrá su estreno el día 28 de mayo a través de la plataforma Cine.Ar. Su relato esconde una historia íntima y sencilla: Estefanía (Martina Pennacchio) pasa un fin de semana junto con sus padres y una amiga suya, donde comenzará a darse cuenta de los problemas que está pasando su familia. Al mismo tiempo que esto sucede, se irá descubriendo a sí misma en una nueva etapa de su vida.
Poco queda para decir sobre esta película que consigue traer al presente a aquellos recuerdos veraniegos que nos formaron o que significaron grandes momentos. El camping, la pesca, las carpas, las linternas, los juegos, los amigos, el verano. Todo esto en conjunto establece una buena adaptación al pasado el cual tenemos por costumbre añorar. Estamos frente a una película que se sitúa en cada una de las miradas de los personajes que conforman este film (sin importar las edades), para lograr un desarrollo firme, en el cual las características de cada uno de ellos se irán construyendo mediante los recuerdos o la apreciación de cada espectador por su cuenta.
La fotografía (el DF es Mariano Cócolo) también hace lo suyo: brindando encuadres bastante cerrados logra alimentar la sensación de opresión u agobio, la cual en su debido tiempo llevará al límite a las emociones personales. En esta película el guion, el montaje y la fotografía van de la mano, y ninguna deja atrás a la otra.
Camping se puede entender como la representación de una infancia que está a las puertas de la adolescencia; revolviendo en el pasado los recuerdos que a más de uno podría resultarle familiar. Esto lo consigue de una manera original: pone a la cámara en el rol de espía y hace que esta vaya tejiendo con tranquilidad y dulzura un relato que por momentos se vuelve tenso pero no consigue devorar la atmosfera “tierna” que crea desde el comienzo.
Y cuando digo “tenso”, me refiero a los conflictos habituales que suele haber en un matrimonio desquebrajado, o en algunos dramas infantiles los cuales se solucionan jugando. Es una película que no va, ni tampoco le interesa, ir más lejos que eso. Se conforma con tratar problemas sencillos para contar una historia sencilla, lo cual no le quita merito a lo conseguido.