Paris es una fiesta
Estrenada en Cannes 2007 y vista en Argentina durante la clausura del BAFICI 2008, llega de manera repentina a la cartelera porteña esta maravillosa comedia musical de Christophe Honoré. Con reminiscencias al cine clásico americano de los años 50, pero con una temática propia de los tiempos que corren, Canciones de amor (Les chansons d’ amour, 2007) es un deleite para la vista y los oídos.
Protagonizada por Louis Garrel (Hijo de Philippe Garrel), quien interpreta a Ismäel, un joven parisino que está en pareja con Julie (Ludivine Sagnier). Cansados de la rutina sexual y con muchas ganas de experimentar, los jóvenes, invitarán a Alice para participar de un ménage à trois. Pero todo cambiará cuando ante la muerte súbita de de Julie, la vida de Ismäel tome otros senderos y descubra que el sexo no es siempre entre un hombre y una mujer
Christophe Honoré estructura la obra como una clásica comedia musical de los años dorados de Hollywood pero con un formato y un contenido muy actual. Es decir que en Canciones de amor los personajes dirán sus líneas de diálogo y de repente se pondrán a cantar como si la vida se tratara de eso. Aunque hay que aclarar que no es una comedia musical como las de Broadway. Sus puntos en común están más cercanos a 8 Mujeres de François Ozon o a Nunca estuviste tan adorable de la argentina Mausi Martínez que a Nine, una vida de pasión o a Cabaret. Tal vez la mejor definición que uno pueda darle a esta película sea la de musical parisino cool y esto no es por esnobismo sino porque así son sus personajes, la historia de chicos modernos y la forma en que Honoré eligió para hablar (y cantar) sobre el amor en los tiempos que corren.
Canciones de amor deja en claro que no todo siempre es lo que parece ni que uno más uno da como resultado un dos, al menos en el amor. Lo que si deja en claro es que en el cine (y en la música) muchas veces se habla de lo mismo, pero si cambiamos la forma el resultado puede ser otro. Y ahí está el corazón de Canciones de amor. Se puede hacer una película de amor sin caer en el lugar común y esto es lo que logró Honoré con su parisino retrato sobre el romanticismo y el sexo en los tiempos de hoy.