Candomberos, tambores de fuego y libertad
Candomberos de dos orillas, un documental de Ernesto Gut sobre el nacimiento de este ritmo musical en Uruguay y su llegada a Argentina
Prender el fuego y poner los tambores alrededor, es el rito que da inicio a la música que sale de este instrumento. Así comienza este documental sobre el nacimiento del Candombe en Uruguay y que llegara a estas tierras de la mano de los esclavos.
La película es el relato de varios músicos que nacieron en Uruguay, en el barrio de Palermo, cuna del Candombe y que salieran por la calle principal de Montevideo, la 18 de julio, a tocar y bailar.
Nacidos en los conventillos como el Mediomundo con gente de toda raza, nacionalidad y color con 60 habitaciones y grandes piletones para lavar la ropa, cocinas compartidas y la música que los unía. Comían todos juntos, una vez al día, los tambores eran de lata al principio y lentamente se convirtieron en el instrumento que conocemos hoy.
Con imágenes de archivo, animaciones que recrean la vida de aquel entonces, fotografías y una cámara en mano , Ernesto Gut Una historia de madres, 2016 y Cuarenta balas, 2015, reconstruye la historia del Candombe y las comparsas en Uruguay y su llegada a la Argentina con el comienzo de la dictadura cívico militar en la Banda Oriental en 1973.Los músicos fueron perseguidos y, ante el avance militar sobre su cultura surgió la resistencia negra pero la destrucción de sus conventillos, tratando de barrer con su cultura, hizo que tuvieran que exiliarse en Argentina.
Pero lo que se transmitió de generación en generación la dictadura no pudo matarlo y así los viejos candomberos les enseñaron y enseñan a los jóvenes este ritmo.
Y volvieron y persisten a pura convicción , garra y fuego en el corazón.
El candombe surge y nace como un grito de liberación de aquellos que fueron arrancados de su tierra y trasplantados violentamente como dice Chabela Ramírez música e investigadora que participa de este documental
A pesar de no tener una estructura narrativa, Gut muestra la invisibilización de la cultura negra, del tambor, del Candombe y describe a los negros como los primeros “desaparecidos” de estas tierras.
Pero ni pudieron acallarlo y el tambor sigue sonando como una forma de expresión y de resistencia negra. En el Río de la Plata y en todos los lugares donde las pibas y pibes lo cargan hoy en su espalda, para ir a tocar.