Ricardo (José María Listorti) y Miguel (Pedro Alfonso) son dos jóvenes cantantes que sueñan con llegar a la fama juntos. En una jugada del destino, ambos amigos consiguen una prueba en la cual sólo Ricardo es elegido para ser una gran estrella, por lo que Miguel crecerá siendo un frustrado profesor de música, mientras su traidor compañero se revuelca en fama y dinero. Veinte años después y por esas casualidades, ambos se cruzarán y de ahí surgirán una serie de PATÉTICAS desventuras que van a generarles ganas de romper la boletería del cine exigiendo el dinero de su entrada nuevamente.
“Queremos capturar el espíritu de películas cómo Bañeros“, dijo Jose María Listorti considerando, erróneamente, que eso es algo bueno. Y de hecho, la película de Fabián Forte lo logra a la perfección, brindándonos una historia repleta de humor fácil, momentos forzados y una comedia que se limita a balearnos con referencias a la época en la que Listorti, actual conductor de esa metástasis televisiva conocida como ‘Este es el Show‘, era un tipo gracioso. La calidad visual del film es mediocre, no hay una fotografía estabilizada y la banda sonora es un pecado auditivo.
Listorti es gracioso por su carisma de nacimiento y punto, el “personaje” que interpreta es un robo sin disimulo al genial Mugatu que Will Ferrell nos brindó en ambas partes de Zoolander. De hecho, es triste cómo quieren vendernos la dupla Listorti/Alfonso como una especie de Ben Stiller/Owen Wilson argentinos cuando ni siquiera pueden aparecer en una película que le llegue a la uña del dedo chico del pie a esos dos grandes.
Lo que tengo que admitir es que, considerando lo banal que fue la carrera de Peter Alfonso, le pone mucha actitud a su trabajo actoral. Quizás en otro proyecto podría desenvolverse de una forma mucho más trabajada que en estas comedias, ya que se nota que a pesar de su origen mediático tiene cierto dote actoral que salió a la luz gracias a esos programas de chismes…
Por favor, no regalen dinero a quien no se lo merece. Intenten evitar Cantantes en Guerra por el bien del cine argentino, ya que si estos proyectos siguen recaudando bien, vamos a tener mucha basura a lo Bañeros por los siglos de los siglos… piensen en el futuro, piensen en la cantidad de buenos artistas que tienen buenas ideas pero no pueden llevarlas a cabo porque se financian porquerías como esta. Apoyemos al cine nacional siempre y cuando sea de calidad, cambio y fuera.