En un mundo distopico, un asentamiento de solo hombres vive de lo que cultiva, mientras lidian con el llamado “ruido”, un acto que manifiesta visualmente lo que cada hombre piensa. Todo cambia cuando nuestro protagonista, Todd, conoce a una chica, Viola, que acaba de llegar desde el espacio.
Hoy toca hablar de un estreno en las salas virtuales de Argentina, Caos: el inicio, una película que en realidad no es tan nueva, ya que lleva estando cajoneada durante bastantes años; pero que, en épocas de vacas flacas, finalmente salió a la luz. Ahora veremos si vale la pena darle un visionado.
Antes de comentar el film, aclaramos que estamos ante una adaptación, y que no leímos el material original, así que solo vamos a jugar a Caos: el inicio, solo como película y no por sus valores como adaptación en sí.
Lo primero a destacar entre lo malo que tiene este proyecto, es que desperdicia el mundo que presenta de forma muy torpe. Y no solo lo decimos por una distopia donde las mujeres no existen hace décadas, sino por el resto. Se nos plantea un mundo futurista, tanto por las armas como por los vehículos, que sufrió un colapso y la gente tuvo que volver a reunirse en pequeñas urbes agrícolas, alejadas de las grandes ciudades. Pero todo esto lo intuimos, ya que nunca se nos dice que sucedió en realidad para que todos terminen así; y si bien el misterio y no poner a alguien exponiendo texto gratuitamente siempre es bueno, dejar todo al azar se siente bastante perezoso por parte de los guionistas.
Otra cosa que no termina de funcionar es el tándem de Daisy Ridley con Tom Holland. No es que no tengan química (aunque tampoco parece que se sacaran chispas), pero el motivo por el cual el personaje de Holland decide ayudar de forma ciega al de Ridley, queda bastante en el aire. Y si, entendemos que la chica es muy linda y él se pueda haber enamorado a primera vista, pero no es motivo suficiente como para que arriesgue su vida y la de toda su familia, por alguien que acaba de conocer.
Pero para hablar de algunas cosas buenas de Caos: el inicio, tenemos que mencionar a los actores. Si, sabemos que todos tienen unos personajes planísimos, pero los interpretes (todos los que tienen papeles importantes), logran sacarlos adelante a base de experiencia y saber dotar de personalidad a unos personajes que en manos de actores (y actriz) sin talento, hubieran sido dignos de cualquier saga adolescente juvenil que no pasó de la primera película.
Para cerrar con lo bueno, destacar el diseño de producción. Como mencionamos más arriba, mediante el decorado, podemos ver que estamos en un mundo del futuro, que sufrió de algún accidente natural y por eso la gente pese a tener tecnología avanzada, debe vivir en pequeñas comunas agrícolas.
En conclusión, Caos: el origen es una película que desperdicia algunas buenas ideas como la de que se visualicen los pensamientos, en post de una historia romántica en una distopia futurista; algo nunca antes visto en el cine…