Todd ha crecido en Prentisstown, ubicado en un planeta donde los hombres deben convivir con «el ruido», un proceso por el cual todos sus pensamientos se hacen visibles a las demás personas. Si bien las mujeres no fueron afectadas de igual manera, la tribu nativa las terminó asesinando. Con la llegada de una joven, y única sobreviviente, en una nave espacial, Todd se dará cuenta de que no todo es lo que parece y la ayudará a escapar de las garras de su pueblo para poder contactar a su gente.
«Caos: El inicio» es una película distópica basada en la novela «The Knife of Never Letting Go», la primera parte de la trilogía «Chaos Walking» escrita por Patrick Ness. Por un lado su premisa resulta atractiva y su ejecución hasta divertida o graciosa por momentos por exponer los pensamientos de los personajes todo el tiempo pero a la vez la constante utilización de este recurso se va tornando un poco molesto y repetitivo con el correr del metraje.
Al principio cuesta seguirle el hilo a la historia, entender su trasfondo y contexto, como también quiénes son algunos personajes y su vínculo con el protagonista. Sin embargo, a medida que avanza la trama se va brindando la información necesaria para establecer los orígenes y las relaciones.
Algunas cuestiones centrales se vuelven bastante predecibles, sobre todo aquellas resoluciones que deberían ser más impactantes o sorprendentes, el espectador puede adivinarlas al poco tiempo de empezada la historia.
Si bien muchos films solo buscan entretener, acá también se exploran algunos temas interesantes como el machismo, el miedo a lo desconocido, la violencia, entre otras cuestiones, desde un costado bastante superficial sin llegar a profundizar demasiado.
De todas maneras la película nos propone entretenimiento a base de un ritmo dinámico, donde los protagonistas están en constante peligro. Todd está encarnado por Tom Holland, uno de los jóvenes actores más prometedores de la actualidad, quien logra equilibrar de una buena manera la inocencia de su personaje con la fortaleza que debe tener. Por su parte, Daisy Ridley se pone en la piel de esta chica que llega al planeta para poner su mundo patas para arriba, generando misterio y un detonante interesante para Todd. Ambos se complementan muy bien en escena, transmitiendo buena química entre sí. En cuanto al villano, tenemos a Mads Mikkelsen, que a pesar de que en un comienzo sus intenciones están aplacadas es una elección lógica como antagonista y como siempre lo realiza de una buena forma.
En síntesis, «Caos: El inicio» es una película atractiva y entretenida, gracias a la química de sus personajes y al dinamismo de su historia. Sin embargo, existe una repetición de recursos hasta el agotamiento, decisiones que se vuelven predecibles o un inicio confuso que hacen que la interesante propuesta se quede a mitad de camino.