Con el escudo levantado
Sería injusto decir que Capitán América es una mala película, porque de hecho no lo es. Divertida, con momentos inspirados, toques de humor, romance y -mucha- acción. Sin embargo, ya no es posible aplaudir una propuesta tan poco arriesgada como la que Marvel presenta antes del monumental arribo de “Los Vengadores”, la reunión que viene siendo anunciada desde hace años.
Y el film tiene en ese concepto de “preparar-el-camino” su principal obstáculo. La presentación del gran héroe, ícono de patriotismo y moral para el gran público, es una película que carece completamente de identidad propia.
Ambientada durante los años 40 y en el marco de la Segunda Guerra Mundial, el joven Steve Rogers, rechazado para enlistarse en el ejército en varias oportunidades, es elegido por un antiguo científico alemán (el gran Stanley Tucci) que trabaja para los aliados con el fin de probar un suero que aumentará sus capacidades y lo convertirá en un súper soldado.
Con el éxito del experimento, Rogers primero será utilizado como propaganda para acrecentar la moral del pueblo norteamericano y luego sí, se ganará un puesto en el campo de batalla.
La simpatía del director Joe Johnston (Jumanji, Rocketer, Querida encogí a los niños, Jurassic Park III) en parodiar el nacimiento del héroe (los cómics creados por Joe Simon y Jack Kirby buscaban levantar el ánimo de los hombres en combate) como una imagen publicitaria es destacable, pero no pasa del mero guiño.
Sí cabe mencionar el correcto mote de “Primer Vengador” al que remite el título. Porque el personaje interpretado por Chris Evans (que ya fue Antorcha Humana en Los cuatro fantásticos) primero será motivado por los propios ideales yankees, pero su pelea contra Calavera Roja (Hugo Weaving, el agente Smith de Matrix) se convertirá en algo personal tras una vuelta de tuerca que modificará algunas actitudes del enmascarado.
También hay un gran elenco secundario que realmente le aporta y mucho a la cinta: a los ya mencionados, se suman Tomy Lee Jones como un coronel del ejército y Hayley Atwell como el interés romántico del protagonista.
El último título de Marvel tenía la difícil tarea de no poder cometer una torpeza que influyese de forma negativa el paso siguiente, que llegará en 2012. Semejante presión le juega en contra: película de superhéroes que aborda todos y cada uno de los tópicos del género, no se permite ningún atrevimiento y termina siendo una propuesta sin alma. Un Capitán América que no puede evitar salir a la batalla (la de la taquilla) con el escudo levantado.