El primer Vengador contra el Capitán América
El subtítulo para la aventura del Capitán América (la primera a tener en cuenta, de verdad,en la historia del cine) es El primer Vengador. Más allá de razones de marketing (para vender la película en mercados como el ruso o el coreano con el título simple) sugiere dos cosas: que esta es una "precuela" a las historias de superhéroes (¿notaron que todos los superhéroes del cine de Marvel parecen haber salido del clóset del 2000 en adelante?) y que el Capitán forma parte de un equipo mucho más grande que él: Los Vengadores.
Como aperitivo tenemos esta película, dirigida por Joe Johnston, el mismo de Jurassic Park 3 y El hombre lobo. Aunque su currículum no es de lo más esperanzador, tampoco es del todo malo: también filmó The Rocketeer, el film por el cual supongo se decidieron a contratarlo. Si hay algo que Johnston sabe crear (y no de manera sarcástica como, supongamos, Robert Rodriguez) es la atmósfera de cine clase B. Esas películas baratas gracias a las cuales conocimos a Roger Corman (y gracias a él: a Martin Scorsese, Francis Ford Coppola...).
Capitán América tiene ese tufillo, ese espíritu de un film clase B, apta para todo público. No hay sangre, no hay demasiada violencia gráfica (más allá de explosiones y algunas peleas), los personajes son arquetipos que no transmiten demasiado (en realidad, la mayoría de los secundarios no transmite nada directamente). La secuencia inicial, donde el malvado Red Skull (un nazi interpretado por Hugo Weaving) busca magia negra, se desarrolla en una suerte de catacumba. La iluminación y el set son artificiales y se nota. Piensen, comparen, el prólogo de Los cazadores del arca perdida con el de esta película. Aquí ni siquiera las bóvedas están lo suficientemente sucias. Están filmando en estudio: eso es una película de clase B. Es simpático, no chocante.
Se siente como descontracturada: ahí es donde realmente sale ganando. Johston no se toma nada demasiado en serio y juega con la vieja propaganda política, que ya satirizaba Jack Kirby con su historieta. Nadie puede pensar que este es un film de propaganda porque es todo tan obvio, tan decididamente satírico, que resulta ineficiente si así lo fuera. Porque ya resulta imposible tomar en serio al Capitán América y está bien que así sea. Después de todo, la intención de los cómics originales es ser... cómicos. Agradables a la vista, coloridos, con personajes entrañables. Esa es Capitán América.
Pero El primer vengador sale perdiendo y hasta amenaza con destruir lo logrado por Capitán América. En primer lugar, todo resulta demasiado genérico. A estas alturas el género de superhéroes ya está casi agotado, más que por los números (que distan de confirmarlo), por las ideas: está la chica del héroe, la figura paterna que no confía en él (un desganado Tommy Lee Jones aquí), el "abuelo" que sí confía (Stanley Tucci) y los amigos. La chica es la hermosa Haley Atwell quien debería tener más trabajo en el cine: es una presencia que impone respeto y a la vez, belleza. Me gustaría ver cómo se desenvuelve con roles más complicados. Pero su rol, y el de otros, como el de Stanley Tucci que realmente se mimetiza en su personaje (a diferencia de Tommy Lee Jones que parece estar para cobrar el sueldo) son cortados y amputados en pos de servir el relato que viene: Los Vengadores.
En el último tercio se nota más esto, con giros del guión que lejos de satisfacer, terminan confundiendo y borrando con el codo lo bueno que habían construido. Es como si en el fondo, Johnston recordara que este es un blockbuster enorme, con muchas pretenciones financieras, y que obedece a una saga más grande, y le quita el espíritu que había sabido congeniar al principio. Una lástima.