Se inicia la Fase Tres del Universo Cinematográfico de Marvel con uno de los grandes anhelos de Kevin Feige y de todo Marvel Studios: Civil War. El #TeamCap vs el #TeamIronMan se enfrentan en la tercera película del Primer Vengador.
Luego de Captain America: The Winter Soldier (2014), Marvel Studios vuelve a encarar una nueva película del súper soldado americano bajo un título extraído de las historietas: Civil War. Han pasado ocho años del lanzamiento del MCU (Marvel Cinematic Universe) con la presentación de Iron Man en 2008 y se cumplirán diez años de la publicación de la historia original escrita por Mark Millar, con una fuerte influencia del mismo en esta película dirigida nuevamente por los hermanos Joe y Anthony Russo. ¿Qué transmiten las películas de Marvel después de todos estos años? Está más que claro que no apuestan ni apostarán a la fidelidad de las verdaderas historias que llevaron a estos héroes al lugar que hoy ocupan en la cultura pop, y es por eso que Captain America: Civil War es un gran film de transición más que un mega evento -como tendría que ser- y ese es su principal problema.
El año pasado se estableció que Ant-Man marcaría el final de la Fase Dos y que esta nueva entrega del Capitán América sería el inicio de una nueva etapa que explorará nuevos héroes, terrenos e historias. Mucho de eso es verdad. Civil War es una película que cae en medio de confusas situaciones y momentos que se caen de maduro luego de los eventos en Era de Ultrón para la vida de los Avengers, principalmente en Iron Man y el Capi. Un film ambicioso que tendría que quedar grabado en la memoria de muchos como una historia épica, pero de eso hay poco y nada.
Las motivaciones de los bandos y el conflicto que durante casi tres horas está a punto de explotar y nunca explota, es simplemente muy deficiente para sostener una historia o una guerra, como lo dice el título de la película. Los Avengers luchan para salvar al mundo de amenazas que las fuerzas especiales no pueden enfrentar, por ende, hay consecuencias, hay pérdidas y muertes de inocentes.
¿Se preguntarán qué sucedió con las personas que murieron en las batallas vistas en Avengers (2012), Captain America II (2014) o Avengers: Age of Ultron (2015)? El general Ross (William Hurt) vuelve a aparecer luego de participar en The Incredible Hulk (2008) protagonizada por Edward Norton, para representar al gobierno que cuestiona a los héroes y actúa como una persona que intenta imponer el respeto que lograba Nick Fury al inicio de este universo, pero solo sirvió para poner cara de malo y ser un simple vocero que entrega y presenta el famoso “Tratado de Sokovia”. Su personaje, junto con la primera versión del Barón Zemo, interpretado por el alemán Daniel Brühl, dos de las peores actuaciones de la cinta. Ambos son importantes en la trama pero no se notó.
Sin embargo, no hay nada para discutirle a los héroes: otra vez dejaron todo en sus roles. Chris Evans como el siempre creíble Steve Rogers / Capitán América trata de encontrar su lugar en este mundo moderno -aunque adaptándose mejor en este presente-, y sigue creciendo en el universo cinematográfico de manera contundente, mientras que Robert Downey Jr. presenta una nueva y brillante actuación de su personaje en donde se ve a un Iron Man con decisiones firmes sin importar que requieran violencia y, al mismo tiempo, poner paños fríos en el asunto. Scarlett Johansson (Black Widow) vuelve a enamorar con su sensualidad y su perfecta forma de pelear, mientras que Anthony Mackie (Falcon) y Paul Rudd (Ant-Man) son los mejores para sacarle al público las risas que toda película de Marvel necesita.
Del lado de los “nuevos”, la inclusión de Black Panther es espectacular y posiblemente sea uno de los mejores héroes/personajes que presenta Marvel en la Fase Tres. Chadwick Boseman deja bien parado al poderoso T’Challa en este debut cinematográfico, y el detalle de post producción hace que el traje de Pantera Negra se vea excelente.
Y si hablamos de los nuevos, Spider-Man es la gran novedad y el mayor de los atractivos en esta película. Tom Holland es el rostro de esta nueva versión del héroe adolescente, muy 2016, fresca y similar a la actualidad que se pueden ver en las series Daredevil o Jessica Jones de Netflix. Peter vive con la Tía May más hot y sexy de toda la historia (Marisa Tomei), pero a diferencia de lo visto con Tobey Maguire y Andrew Garfield, es una versión que tendrá mucho por demostrar en 2017 cuando estrene Spider-Man: Homecoming, para poder conocer su lugar en este mundo y entender su aparición fugaz en Civil War. El regreso del hijo prodigo a la Casa de Ideas deja con mucha hambre arácnida.
El desenlace de la historia y la razón por la cual los héroes de Marvel se enfrentan entre sí es lamentable y roza lo decepcionante. Se puede notar que Disney/Marvel Studios intentan imponer un perfil serio que empezó a demostrar en varios pasajes de Age of Ultron y que realmente no termina de funcionar ni de encajar con sus personajes establecidos de otra manera.