“Civil War” -o “Guerra Civil”- es una de esas historias que definen un antes y un después para la continuidad del universo de la editorial Marvel Comics. En ella, luego de una catástrofe de proporciones nucleares, provocada por un ser con superpoderes, se plantea el hecho de que todas aquellas personas con alguna habilidad superior (sean mutantes, o adquirida luego de un accidente con arañas radioactivas o simplemente el haber tomado una fórmula para convertirse en supersoldado) deben revelar sus identidades secretas al mundo y estar bajo la supervisión del gobierno.
Iron Man revela su identidad secreta y se pone a disposición mientras que Capitán América opina todo lo contrario, hecho que produce un enfrentamiento entre ambos y Spider-Man queda atrapado en medio del conflicto desarrollado en el comic crossover del guionista Mark Millar y el dibujante Steve McNiven, sobre el personaje creado por Joe Simon y Jack Kirby.
En este film dirigido por Anthony y Joe Russo, el guión se ha adaptado para encajar en el Universo cinematográfico de Marvel (conocido como Marvel Cinematic Universe o MCU), aquel que se inició con “Iron Man” en 2008 y que siguió con un gran número de películas de personajes en solitario, como las de Capitán América, Hulk, Thor, Ant Man o el ya mencionado ‘Hombre de Hierro’, como así también las del grupo de Super Héroes más conocido como The Avengers (Los Vengadores), para llegar a este evento que es más una secuela de “Avengers: Era de Ultron” (2015), que de “Capitán América y el Soldado del Invierno” (2015); ésta última también dirigida por los hermanos Russo).
Los gobiernos nucleados en Naciones Unidas, viendo que existe mucha gente temerosa de estos seres con superpoderes, impulsa una ley de registro que limita la acción de estos héroes. El resultado es una división dentro de Los Vengadores.
Iron Man/Tony Stark (Robert Downey Jr.) está a favor, alegando que sus acciones deben mantenerse dentro de límites tolerables para no seguir teniendo daños colaterales como sucedió en pasadas entregas, en las ciudades de Nueva York y Sokovia. Pero Steve Rogers/Capitán América (Chris Evans) siente que no deben depender de ningún gobierno que les ponga freno. ¿Qué sucedería si los obligan a actuar en contra de sus ideales o si por el contrario sienten la necesidad de intervenir y se les niega la oportunidad?
Ésto desata una guerra entre el equipo liderado por Iron Man, conformado por Natasha Romanoff/Black Widow (Scarlett Johansson), Jim Rhodes/War Machine (Don Cheadle), Vision (Paul Bettany), Spider-Man (Tom Holland) y T’Challa/Black Panther (Chadwick Boseman); y el de Captain America, integrado por Bucky Barnes (Sebastian Stan), Sam Wilson/Falcon (Anthony Mackie), Wanda Maximoff/Scarlet Witch (Elizabeth Olsen), Clint Barton/Hawkeye (Jeremy Renner), Sharon Carter/Agente 13 (Emily VanCamp) y Scott Lang/Ant-Man (Paul Rudd), mientras un nuevo villano entra en escena: el Baron Zemo (Daniel Brühl).
Grandes efectos para la que, sin lugar a dudas, es una de las entregas más oscuras (aunque conserva los clásicos toques de humor), la cual también marca el hecho de que Spider-Man, cuyos derechos cinematográficos le pertenecen a Sony Pictures, pueda ser parte de este universo, aunque -a diferencia del cómic- su papel no es tan relevante como lo es en las páginas de la editorial norteamericana.
Atención y a no levantarse de la butaca porque hay dos escenas post-créditos que no hay que perderse.