La supremacía Rogers
La oleada de películas de Marvel post Los Vengadores tienen un defecto argumental común: la ausencia del resto de los Vengadores en las películas individuales. Tanto en Iron Man 3, como en Thor: un mundo oscuro, y ahora en Capitán América y el soldado del invierno, los protagonistas enfrentan peligros lo suficientemente grandes como para necesitar del resto de los integrantes. Sin ir más lejos, en esta secuela de Capitán América: el primer vengador, que es básicamente una historia de corrupción dentro de SHIELD (esa súper agencia de seguridad e inteligencia del universo Marvel) se nota claramente la ausencia de Hawkeye (Jeremy Renner), a quien ni se menciona y es un componente importante de la agencia según lo visto en otras películas. De hecho, aparece un personaje segundón como Falcón para suplir esa ausencia, más allá de que este sea, en los cómics, un aliado histórico de Steve Rogers.
También digamos que la segunda fase de Marvel está produciendo films más sólidos, aprovechando la consolidación de sus personajes. Iron Man 3 posiblemente sea la mejor de toda esta mega saga hasta ahora, y Thor: un mundo oscuro, aunque siga siendo irrelevante es un poco mejor que la original. En el caso de Capitán América y el soldado del invierno estamos ante una secuela que, aunque sea absolutamente diferente a la original, mantiene la calidad general.
La historia es esquemática pero efectiva: al igual que las secuelas de Iron Man y Thor, el Capitán América se va a enfrentar a los demonios de su pasado (principalmente el soldado del invierno) y a la corrupción de la agencia para la que trabaja. La trama que funciona claramente mejor es la segunda: vemos a Steve Rogers convertido en una especie de Jason Bourne, fugitivo perseguido salvaje e implacablemente por sus enemigos. Esto significa ritmo y muchas escenas de acción que son muy buenas. Un gran acierto de Anthony y Joe Russo es hacer hincapié en la potencia física del Capitán América, poniendo de manifiesto su poder que es la fuerza y la agilidad, y dándole un poco de la espectacularidad que tienen de por sí los otros personajes, como Hulk. Por otro lado, tenemos la forzada historia del Soldado del Invierno, que tiene sus altibajos y que frena un poco la trama. Aunque el personaje en sí es un enemigo formidable para Steve Rogers, las escenas de lucha entre ellos son de lo mejor de la película con coreografías contundentes y brutales.
Capitán América siempre me ha parecido un personaje simpático e interesante. A grandes rasgos su historia editorial es: nace como personaje obvio de la época, un súper-soldado súper-patriota estadounidense en cuya primera portada le está dando un puñetazo en la cara a Hitler, pero con el fin de la guerra desapareció como era de esperar. En los 70 es resucitado para liderar a Los Vengadores, intenta asimilar que su mundo ha desaparecido y se culpa por la muerte de Bucky, su protegido y amigo en la Segunda Guerra Mundial. En esta última década se lo ha visto liderar la resistencia en la serie Guerra Civil, donde muere (aunque estos personajes siempre resuciten) por enfrentarse a los defensores de la ley de registro de superhéroes, que es básicamente lo mismo que enfrentarse a la ley patriótica de Bush. Allí entiende que no sólo su mundo no existe más sino tampoco sus valores ni su definición de libertad.
Estos vaivenes en la historia de Steve Rogers han sido bastante bien asimilados por los responsables de sus películas. Joe Johnston cuenta de manera excelente en su Capitán América: el primer vengador la construcción del símbolo, que es el que actúa como líder natural en Los Vengadores, de Josh Whedon. Es el tipo que lleva la bandera en el pecho, los valores y la voz de mando, el que estuvo en la peor guerra perpetrada por el hombre, el único que no tiene un pasado oscuro o reprobable. ¿A quién van a seguir si no? En la película de Anthony y Joe Russo Rogers termina por asumir su situación en el mundo, convirtiéndose en un líder general y aplicando su visión purista sobre esa agencia degenerada en la que se ha convertido SHIELD, trayendo consigo algo que todos estábamos esperando en el universo cinematográfico de Marvel: consecuencias, sea lo que sea que eso signifique.