Las dos caras de un mundo
Historia dramática con tintes de denuncia social centrada en un ataque de piratas africanos a un barco de carga con contenedores estadounidense. Típica película a la que no solemos darle mucha bolilla por estos pagos, ¿pero saben qué?, no deberían perdérsela por nada en el mundo, sobretodo por lo excelentemente bien que está planteada, con un uso magistral del drama y el suspenso, y por los últimos 10 minutos que son sublimes, en particular la actuación de Tom Hanks que realmente deja con la boca abierta y el corazón roto. Otro para destacar es el actor somalí Barkhad Abdi, que debuta en la gran pantalla con una fuerza y carisma increíble.
Este nuevo trabajo del director Paul Greengrass ("The Bourne Ultimatum", "The Bourne Supremacy", "United 93") está basado en un hecho muy real, el secuestro en 2009 del navío de carga de contenedores MV Maersk Alabama por un grupo de piratas somalíes, que con perseverancia y desesperación lograron algo impensado para un monstruo de la seguridad militar como es Estados Unidos. La trama hace hincapié en dos pilares fundamentales, por un lado la historia de supervivencia del capitán Phillips, interpretado magistralmente por Tom Hanks, que deberá usar todo su ingenio y experiencia para tratar de sacar sana y salva a su tripulación y lograr que el robo se reduzca al mínimo posible, mientras que por otro lado Greengrass se mete con los escandalosos problemas sociales que se viven en los países pobres de África y las diferencias económicas abismales entre una superpotencia dotada de cómodos recursos monetarios y poderío militar en comparación con una nación sometida a mafias étnicas y pobreza brutal. Durante todo el film pareciera preguntarle al espectador ¿qué hacés para cambiar esta realidad?, si sabés que estas cuestiones pasan todos los días, ¿quién realmente se preocupa por las condiciones en las que viven otros seres humanos como nosotros obligados a subsistir bajo regímenes dictatoriales que los usan y descartan como papel higiénico? El mensaje es sombrío y duro, pero muy real. Finalmente remata su trabajo con 10 minutos finales tan impactantes como emocionantes.
La película maneja muy bien la mezcla dramática y de suspenso, brindando momentos de tanta tensión que si uno mira hacia sus costados en la sala de cine, puede percibir el nerviosismo de sus vecinos dibujado en su cara de sufrimiento.
Un verdadero entretenimiento cinematográfico que NO te dejará contento ni rebosante luego de haberlo vivido, pero seguramente te hará preguntarte cuestiones que poca veces reflexionamos por la comodidad en la vivimos habitualmente. Aplausos para don Greengrass y para el capo de Hanks que se merece una nominación a los próximos Oscars, sólo por los 5 minutos finales del film que le alcanzan y sobran para entrar en la terna.