Lo primero que tengo que decir es que me gusta mucho Paul Greengrass. Dentro de mis favoritas de los últimos tiempos, le reconozco que "United 93" es una enorme película, y también tuvo mi voto positivo en su momento,"The Green Zone" (sin contar que hizo las "Bourne", o sea que de acción algo sabe el hombre).
Los dos, thrillers con elementos y personajes reales, en situaciones políticas complejas donde los intervinientes debaten siempre temas de seguridad nacional (la de los Estados Unidos) y se enfrentan a los enemigos del gran imperio americano en escenarios físicos reconocibles.
Llega ahora, aclamada por la crítica internacional, "Captain Phillips", adaptación cinematográfica del libro de "A Captain's Duty: Somali Pirates, Navy SEALS, and Dangerous Days at Sea" del protagonista de la historia real (el responsable del carguero americano) junto a Stephan Talty. Greengrass propone una extensa narración de todo el incidente en cuestión (un acto de piratería seguido de un secuestro) y el marco en que se da su resolución final.
Es sabido que navegar por el Cuerno de Africa puede ser tarea compleja para un buque de valiosa carga. Rich Phillips (Tom Hanks), es el capitán que comanda ese barco. Tiene experiencia, convicción y conoce su trabajo y sus riesgos. En un viaje de transporte normal, será interceptado por un grupo de somalíes dispuesto a todo, comandados por Muse (Barkhad Abdi) quienes abordarán el Maersk Alabama y aterrorizarán a toda su tripulación. Qué buscan? Dinero. Autos. Televisores. Lo que sea.
Viven en la miseria, eran pescadores devenidos en piratas amateurs y están dispuestos dejar su vida para no irse con las manos vacías del carguero.
Si bien no conviene anticipar más de la historia, hay que reconocer que Greengrass nos tira todo su oficio desde el momento 0 de la historia. Hay 134 minutos muy bien filmados (en pleno mar, más de dos horas seguro) con el típico sello de este director: mucho primer plano, cámara nerviosa, tensión contenida, algunas escaramuzas con armas, alguna pelea cuerpo a cuerpo, gritos en somalí... Pero, extrañamente, el resultado final no es atractivo. Agota.
La película está dividida en dos partes, la primera tiene lugar en el barco y la segunda, con el secuestro del Capitán. Bueno, de más está decir que se descarta la posibilidad de describir con más detalle la situación de los somalíes (apenas unos minutos explican su móvil) y la historia personal de cada uno de los piratas. Greengrass elige poner toda su atención en la sucesión de eventos y el heroísmo del líder, Phillips.
Pero tampoco exploramos lo que le sucede a su crew con esto. Nada. Sólo tenemos claro, que Muse habla algo de inglés y sus compañeros son intimidantes y están re jugados.
En definitiva, lo que ya sabemos que Paul hace bien, pero con excesiva extensión (agota) y un conflicto que nunca termina de parecer de la gravedad que presenta. Como dice Muse todo el tiempo "No somos Al Qaeda". Seguro. Nos damos cuenta rápido.
Es más, cuando uno toma un poco de distancia, se da cuenta que el director utiliza tan bien los artilugios que nos olvidamos que el incidente puede resumirse en: 4 piratas africanos (con armas automáticas, eso sí, pero cuasi novatos) intentando sacar una gran tajada de su abordaje rústico a un buque que se encontraba desarmado a la hora del enfrentamiento.
Incluso más, hay cuestiones que después de haber salido de sala, sigo pensando (ningún arma en el Alabama? ninguna? una tripulación de 40 no pudo contener el abordaje de 4 que llegan en una lancha frágil y cuyo motor en la primera persecusión, muere? ningun llamado que hace el capitán tiene respuesta aérea hasta un día después del primer ataque (y lo hace a los ingleses y a los americanos en sucesivas oportunidades?) y la verdad, no me cierran. Esta es una película de gestos ampulosos y poca acción real.
No me alcanza que "Capitán Phillips" sea sólida en sus rubros técnicos. Tampoco que Hanks haga lo suyo correctamente. En ningún momento me atrapó la historia ni sentí que estuviera a la altura de los anteriores trabajos de este cineasta. Quizás llegue al Oscar, pero eso ni así cambiaré de opinión. Yo, a este barco, no me vuelvo a subir. Ni aunque me escolten los marines.