Capitana Marvel: Más de lo mismo (y sin ganas).
Luego de varias controversias (que parece más anti marketing que otra cosa) llega la nueva heroína del MCU con una fórmula ya gastada.
Más de 10 años de películas. Escenas épicas. Y un desbarranque total que comenzó, para este humilde servidor, en Guardians of The Galaxy (2014), un film hecho pura y exclusivamente para ser una fantochada de héroes cósmicos que, en realidad, son mercenarios con más profundidad que en el mamotreto de James Gunn.
Luego de más fallidos que aciertos, tenemos joyas (por decirlo de alguna manera) como Doctor Strange (2016) que, en su peculiaridad, entretiene y nos habla de algo más que el “camino del héroe”.
Sin embargo, el rave parade que fue Thor: Ragnarok (2017) terminó por afianzar la ridiculización al máximo de uno de los personajes más poderosos del Universo Marvel. ¡Un Dios, por las barbas de Odin! No puede ser que para darle un grado de simpatía a un personaje que no lo tiene, porque no lo necesita, PORQUE ES UN FUCKING DIOS, y contentar a esa horda sub-normal de fans de más de 40 años necesitemos un vómito multicolor donde lo único que se destaca es la música de Led Zeppelin, ultrajada en dos escenas.
Claro, a estas alturas nadie es tan “poderoso” en el MCU. Entonces pongamos a una mujer. Colguémonos de la ola feminista y saquemos de la galera un personaje que no es más que una imitación de Green Lantern y démosle el mote de “la más poderosa”.
Hubiese funcionado, ¿por qué no? Si para ello no hubiesen utilizado la fórmula gastada que viene utilizando hace una década. Solamente hicieron que Carol Danvers tuviese amnesia como para que el estilo narrativo pase desapercibido…a un niño de 6 años.
Quizás, vuelvo a insistir, estos films no están dirigidos a los boludones con pelo en pecho (como ya lo dije cuando se estrenó Spider-Man: Homecoming) sino a niños. De última, pre-adolescentes. Pero no los subestimemos tanto, amigos.
La historia, comienza con Vers (Brie Larson), guerrera Kree que junto a su mentor Yon-Rogg (Jude Law) combaten las fuerzas del mal encarnadas por los Skrulls, unos bichos verdes que pueden cambiar formas.
Todo se va al carajo cuando Vers es secuestrada en un emboscada y estos Skrulls comienzan a hurgar en sus recuerdos para encontrar un motor que, dicen, viaja a la velocidad de la luz.
Ella escapa con sus poderes y va a parar a un Planeta Tierra en la década del 90, muy grunge y con un Nick Fury (Samuel L. Jackson) y Phil Coulson (Clark Gregg) novatos.
Juntos comenzarán disparatadas aventuras mientras Vers intentará reconstruir su pasado terrestre como Carol Danvers, combatir a Talos (Ben Medelsohn) el líder Skrull, y convertirse en la Capitana Marvel.
Mucha acción, muchas buenas escenas que no dan respiro para un argumento pobre que no hace brillar a su cuestionada protagonista. Todo fue para nada (¡¿Y por qué le cambiaron el background a Mar-Vell?!)
Obviamente hay dos escenas post-créditos (como siempre una mejor que la otra) y un emocionante homenaje a la figura de Stan Lee desde el comienzo del film.