Finalmente se estrenó la película de Capitana Marvel, la primera heroína de la Casa de las Ideas en conseguir un protagónico y una cinta en solitario. Como en toda cinta de estas características, la controversia y la polémica no le es ajena y lo que nos terminamos preguntando es: ¿Es una película a la altura de las circunstancias? ¿Verdaderamente es el largometraje que se merecía? A continuación analizamos algunas cuestiones.
“Captain Marvel” (2019) es la película número 21 del Universo Cinematográfico de Marvel y la primera en centrarse en una protagonista femenina. 11 años tuvieron que pasar para presentar a una superheroina con una aventura en solitario, algo que su cuestionada competencia, DC, tardó bastante menos (4 películas y 4 años) en proponer. Además, de que “Wonder Woman” (2017) resultó ser un éxito arrollador en críticas (el más importante de la compañía hasta la fecha), el personaje de Diane Prince representa el mayor ícono feminista en la historia de los comics y es por ello que en este escenario Marvel la tenía más complicada.
No era de extrañar que se haya generado una controversia alrededor de la calidad de la obra que se estrenó la semana pasada ni mucho menos, pero sí resultan sorprendentes las decisiones que Disney pareció tomar respecto del film en sí.
Esta pieza audiovisual fue codirigida por Anna Boden y Ryan Fleck, la dupla detrás de “It’s Kind of a Funny Story” (2010) y “Mississippi Grind” (2015). Si bien ellos suelen dirigir juntos llama la atención que Disney/Marvel no se haya decidido por una directora en solitario para la tarea de llevar por primera vez a la heroína a la pantalla grande. Algo que sí paso en “Wonder Woman” con Patty Jenkins (“Monster”). Igualmente, dejando de lado esta cuestión podemos meternos a debatir sobre otras decisiones cuestionables intrínsecas al relato.
El largometraje cuenta la historia de Vers (Brie Larson), una guerrera Kree que junto a su mentor Yon-Rogg (Jude Law) se ven atrapados en una guerra con otra raza alienígena, los Skrulls. El problema radica en que Vers presenta algunas lagunas mentales, generadas por una amnesia producto de un episodio dramático del pasado, provocando que algunas cosas no le terminen de cerrar en su rol actual como guerrera Kree. Así es como ella, por medio de la persecución a un grupo de skrulls, terminará en el planeta Tierra donde descubrirá que partes importantes de su pasado tuvieron lugar allí y donde acabará de formar su identidad que la llevará a convertirse en Carol Danvers y la Capitana Marvel.
La historia tiene lugar en el año 1995 y Danvers deberá unir fuerzas con el Agente de SHIELD Nick Fury (Samuel L. Jackson) para poder atrapar a estos individuos que tienen la habilidad de transformarse en cualquier cosa que visualicen, algo que da infinitas posibilidades narrativas. Así es como el film pasa a convertirse en una especie de Buddy Movie, entre Danvers y Fury. Esta es otra de las decisiones que llaman la atención de Marvel, es casi como si no le tuvieran fe al personaje y hayan sentido la necesidad de emparejarla con Fury por miedo a fracasar. Resulta realmente irónico que estén buscando darles un lugar importante a los personajes femeninos pero que las tengan que emparentar con personajes masculinos. Es un detalle que sorprende más allá de que la dupla funciona y que nos otorga varios momentos divertidos y repletos de fanservice (junto con el personaje de Goose, un adorable gato que esconde un secreto enorme que lo lleva a ser el comic relief de la obra durante el tercer acto de la misma).
Por el lado narrativo, si bien resulta ser una película bastante clásica, convencional y de fórmula en lo que respecta al origen de personaje y camino del héroe, sí logra ser atractiva la estructura que se le dio en el comienzo con un presente algo confuso y con flashbacks que van revelando partes de su pasado (aunque más adelante se incurre en un abuso de este recurso), algo que van desarrollando de buena manera, al mismo tiempo que el manejo del humor que no resulta excesivo como en otros relatos de Marvel. Es más, varios de los momentos cómicos están determinados por el tiempo y el espacio producto de cierta nostalgia de los años ’90.
Por el lado de los efectos especiales, están muy bien logrados, al igual que las escenas de acción y las coreografías, aunque en esta ocasión se las nota algo deslucidas en comparación con episodios anteriores como los de “Avengers” o “Guardians of The Galaxy”. Como que le falta espectacularidad a las batallas y enfrentamientos.
Respecto a la cuestión interpretativa, Brie Larson se luce como Carol Danvers y le imprime gran complejidad a este personaje que busca derribar tanto a sus enemigos como al sexismo y la falta de equidad de género. Un personaje que a pesar de su enorme poderío se muestra fuertemente humana y terrenal en varios aspectos. Jude Law nos brinda una correcta actuación que por momentos da en la tecla y por otros tambalea en la exageración. Quizás la peor parte se la lleve Annette Bening que fue sumamente desaprovechada en el relato. Samuel L. Jackson brilla como Nick Fury y su química con Larson es un pilar fundamental para el relato.
Finalmente, otra de las carencias de la cinta tiene que ver con la presencia de un villano de peso, al presentar a una heroína súper poderosa es de esperar que su contrapartida u opositor posea características similares, y lamentablemente este no es el caso. Es como que el espectador nunca termina de sentir que ella corra peligro y esté ante la presencia de un rival de temer. Es realmente interesante que su conflicto y su drama sean internos pero después no vemos exteriorizados esos miedos o barreras en la presencia de un enemigo poderoso.
Más allá de las críticas que se le pueda hacer tanto a la película como al estudio, “Capitana Marvel” es una película necesaria para la búsqueda de equidad de género en la pantalla grande y en las producciones de Hollywood, algo que había comenzado de mejor manera “Wonder Woman”, pero que igualmente Marvel intenta acompañar. Un film que no gana puntos en términos de innovación narrativa pero que igualmente cumple y se destaca por el mensaje feminista que se propone enarbolar y gritarle a las nuevas generaciones. Las heroínas llegaron para quedarse.