Sosa es un abogado de accidentes de tránsito; Luján es una médica que por las noches recorre la ciudad en ambulancia asistiendo a víctimas de accidentes. En medio de un ambiente sombrío, lleno de desesperanza y corrupción, inician una relación difícil y con destino incierto. Las “relaciones peligrosas” que Sosa ha sabido conseguir pondrán en riesgo no sólo su romance, sino la vida de ambos.
Es saludable contar en Argentina con realizadores como Pablo Trapero, un tipo que a esta altura posee sobre sus espaldas un cuerpo de trabajo que lo ubica entre los directores más destacados y confiables de nuestro medio. Desde aquella Mundo Grúa (1999) hasta la actualidad, Trapero ha demostrado un crecimiento y una evolución permanentes, escapándose de esa generación de cineastas argentinos que basaban su propuesta en la sencillez pero que demostraban muchas veces no tener mucho para contar.
Trapero logra con Carancho un film con gran nervio, valiéndose para esto de una permanente cámara en mano. Y si bien la estética termina siendo muy natural, lo cierto es que se nota un trabajo muy importante de puesta en escena. Hay largas tomas sin cortes de edición que, evidentemente, son el producto de una detallada planificación. Más allá de las diferencias entre los dos filmes, un par de tomas continuas me hicieron acordar a Niños del Hombre, tanto por el uso de la cámara en mano como por el realismo que transmiten.
Darín aporta su habitual solvencia, en un papel ya característico en su carrera: el de un tipo esencialmente bueno pero al que la vida y el entorno lo han ido llevando hacia el lado oscuro. Martina Gusmán también cumple una buena labor, aunque su estilo de actuación (acorde al del director, quien es a la vez su esposo) tiene un perfil más bajo que el de Darín, por lo que a veces su figura empalidece al lado de la de él.
A nivel “revelatorio” la peli no aporta mucho, ya que el submundo de las ambulancias, los accidentes y la noche han sido bastante cubiertos por variados programas de televisión en los últimos años (E24, Policías en acción, etc). Pero sí utiliza de manera eficaz ese universo al servicio de la historia de sus protagonistas.
Una película muy recomendable. Eso sí, oscura y deprimente. Pero muy bien hecha, que es lo que en definitiva importa.