Carancho

Crítica de Jorge Carnevale - Revista Noticias

Pablo Trapero sigue probando tópicos y registros, cada vez con mayor eficacia. Tras el drama de “Leonera”, apuesta en este caso al policial negro, cruzado por una brava historia de amor. Como en “9 Reinas”, Ricardo Darín prueba su ductilidad actoral metiéndose en la piel de un antihéroe. Sosa no es un personaje que se gane fácilmente la simpatía del espectador. En la Argentina mueren al año más de 8.000 personas a causa de accidentes de tránsito. La cantidad de dinero que necesitan las víctimas y sus familiares para afrontar gastos médicos y legales, dan lugar a negocios suculentos. Ahí entra en acción Sosa, abogado especialista en accidentes de tránsito, que se mueve como ave carroñera. Transita por guardias de hospitales, servicios de emergencias y comisarías, a la pesca de posibles clientes. Trabaja para una fundación de ayuda a las víctimas que, en realidad, es la pantalla de un estudio jurídico que se las trae. Agil, Sosa atrapa clientela, consigue testigos, pericias, arregla con la policía, los jueces y las aseguradoras. Así, hasta que se topa con Luján, joven médica de urgencias, recién llegada a la ciudad, que se mueve en ambulancias, saltando de una guardia a otra, con el tiempo justo para dormir unas horas. Se conocen en la calle, cuando ella trata de salvarle la vida a un accidentado y él se afana por convertirlo en cliente. Un amor de veras difícil, en medio de la ciudad impiadosa. Se nota que Trapero le escapa a los guiones de hierro y las historias cerradas, pero acá consigue un ponderable equilibrio, sin estereotipos, en esta intensa trama donde conviven el amor y el espanto.