Que Pablo Trapero haya filmado una película en donde todo el tiempo esté el suspenso y los espectadores nos pongamos nerviosos no es ninguna novedad. Ya él había debutado hace más de una década con “Mundo Grúa” (1999) y dio muestras de oficio. En su última realización, “Leonera” (2008), adquirió madurez y se metió a denunciar lo que pasa en las cárceles.
Ahora de la mano de Ricardo Darín (a esta altura toda una garantía) y de Martina Guzmán (la misma protagonista de “Leonera” y mujer del director) esta trama policial que mantiene en vilo a la platea.
La trama gira en torno de Sosa y Luján. Él es un abogado que se mueve en la corrupción. Busca accidentes automovilísticos para encontrar clientes. Ella es una médica que vive socorriendo a las víctimas de los accidentes.
La corrupción y el amor se hacen presentes en dosis que aletargan por momentos este cuento real, en donde el cazador a la larga es cazado. Decir que es una ficción es no reconocer que de la muerte muchos se hacen millonarios.