Personajes a la parrilla
El director Paco Cabezas, habia hecho en el 2007, una historia fumadísima que filmó en Argentina ("Aparecidos"), allí mezclaba el tema de los desaparecidos con el del terror psicológico, en ese caso la cosa no había funcionado. Aquí redobla la apuesta con un thriller de alto voltaje -mezcla mucho y de todo- que rodó tanto en Andalucía como en Buenos Aires, por esas cosas de la coproducción.
Todo gira sobre el personaje de un joven llamado Ricky quién decide aguardar la salida de su madre de prisión para mostrarle que puede regentear un "puti-club" y mostrarle un negocio de futuro promisorio, el cual ha montado con dos más: un psicótico "pasado de revoluciones" y un guardaespaldas apodado "El niño", de poco cerebro y mucha garra violenta. Así les irá entonces, habrá enfrentamientos con otras bandas, las desavenencias que traerán las chicas que han "esclavizado" para ser alternadoras, y hasta la madre que al a salir después de muchos años, se halla enferma y mal.
La película se muestra excesiva, desbordada, bastante sádica en su propuesta, y quizás algunos de sus logros se hallen en las partes jugadas de humor, donde se instala la comedia negra.
Parece a mitad de camino entre el cine de Tarantino y el de Guy Ritchie, en cuanto los roles interpretativos no están mal llevados, aunque sí excedidos de una histeria colectiva que por momentos abruma.