Anexo de crítica
A pesar de las irregularidades e inconsistencias narrativas varias no deja de entretener esta coproducción hispanoargentina más que nada por sus virtudes formales muy cercanas al cine de Tarantino y su estética cuando no se vislumbra el tono de algunas películas de Guy Ritchie, otra innegable influencia para su director Paco Cabezas que se vale de su galería estereotipada de personajes fronterizos y reventados para salir airoso del convite siempre que transita por los carriles del exceso o lo bizarro y se aleja del melodrama que para el registro elegido no se integra en esta trama de prostitutas, mafiosos, travestis y perros que se arrojan por la ventana en medio de un festín de sangre y drogas. Un film pasatista, llevadero y divertido que llega bastante tarde a las carteleras locales.-