La ópera prima de Alberto Romero, "Carne Propia", desdobla el género documental para hablarnos de todas las circunstancias intermedias en la costumbre de consumir carne. Para un público acostumbrado cada vez más a la adrenalina en pantalla, hablar de documentales significa, en su cabeza, tener que ir a ver algo sin relato ni ritmo de narración.
En los últimos años, fueron apareciendo otras propuestas, que se valen de los mecanismos propios de la narración de ficción para traernos documentales que le escapen a esa estructura básica que todos conocemos de las entrevistas, la observación, y el archivo complementario.
"Carne Propia" se inscribe en un punto intermedio de estos dos extremos. No rehúsa de los testimonios y se vale fuerte del material de archivo, pero lo enmarca en medio de un entorno de cuasi ficción narrativa.
¿De qué va "Carne Propia"? Del consumo de carne. Algo tan arraigado en las costumbres culinarias de nuestro país, y que mantiene un trasfondo quizás oculto para la mayoría de quienes puedan asistir a verla.
No, no es un documental del estilo del polémico Earthlings o similares. No se vale del morbo para establecer una postura en contra del consumo de carne y el maltrato animal… aunque probablemente algo de eso termine habiendo.
Su carril está más emparentado con el reciente trabajos de la dupla Cohn-Duprat Todo sobre el asado, aunque, por suerte, de un modo menos burlón y estigmatizante, sin perder la chispa. También es imposible que en determinados tramos no nos haga acordar a la maravillosa El Patrón, Radiografía de un crimen, y sus denuncias detrás del producto en carnicería.
El actor Arnaldo André le presta su voz a un toro Aberdeen Angus, una de las razas más populares en cuento al consumo de su carne. Este toro va camino a su destino final, el matadero, y el trayecto será la voz guiadora de este trabajo, repasando su vida y así la historia detrás del mercado de carne vacuna.
El toro recordará sus días de estancia, su paso como campeón en la Sociedad Rural; y de algún modo, como si fuese el Forrest Gump de los toros, se ubicará en distintos hechos históricos relacionados a la materia.
Habrá un repaso socio-histórico-político, se hablará de los frigoríficos recuperados mediante el testimonio de un caso puntual, y entrará al archivo para remontarse a sucesos que todos recordamos intentando darle una nueva mirada; sumado al paso por un pueblo atravesado por la producción.
En definitiva, lo que propone Romero (quien también participó en el armado de "¿Quién mató a Mariano Ferreyra?") es un repaso del comportamiento humano, de los acontecimientos históricos en la lucha trabajadora, vistos desde el animal que será parte del producto a comercializar.
Todo se sigue con interés, la implementación de estas técnicas narrativas, sumadas al humor negro que propone, ayudan a que se cree un ritmo muy atractivo.
Por otro lado, ese contexto ficcional, en determinados momentos juega en contra del proyecto documental, se ofrece una mirada algo superflua sin profundizar en determinaos puntos que hubiese sido interesante focalizar, y no se amalgama del todo bien; algo similar a lo que sucedía en "¿Quién mató a Mariano Ferreyra? "
"Carne Propia" es una propuesta atractiva, que ahonda en una temática interesante y trata de innovar en sus formas. Lo logra, aunque una mirada más atenta la hubiese favorecido.