Carrie

Crítica de A. Degrossi - Cine & Medios

Pobre Carrie

Que Hollywood hace años padece una fatal carencia de ideas no es novedad. Lo lamentable es que esa falla se traduce en un derroche de filmes intrascendentes que ocupan espacios que otros podría llenar, tal vez con menos recursos, pero seguramente con más creatividad.
El turno ahora es de una nueva versión del filme que en 1976 dirigió Brian De Palma, basado en la primera novela de Stephen King, "Carrie". No estamos ante una relectura de esa novela, un nuevo filme con otra mirada acerca de lo escrito por King. No, estamos ante una copia del relato presentado por De Palma. Versión de otra versión.
El problema es que la directora Kimberly Peirce no tiene en su ser ni una gota del talento de De Palma, lo que se traduce en un filme apenas correcto, de manual, sin inspiración alguna, que innecesariamente remeda al original.
La historia de la adolescente Carrie White, retraida y mojigata a instancias de una madre fanática religiosa y posesiva, que padece el maltrato de sus compañeros de clase y a partir de esos abusos descubre tener el poder de la telekinesis, tiene a su favor en esta versión a una formidable Julianne Moore como la madre, y a una Chloe Moretz que hace suya al personaje principal, a pesar de tener que interpretar su rol en escenas practicamente calcadas del filme original.
Aquellos que hayan visto la "Carrie" de 1976 padecerán el hecho de ver un filme sin vuelta de tuerca alguna, a la espera de lo ya conocido. Los que no la vieron, se encontrarán con un filme que no llega a empardar siquiera lo que hoy se produce dentro del género, al tiempo que desaprovecha tratar con mejor suerte el tema del Bullying, tan en boga en estos tiempos.