Carrie

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Este es un nuevo ejemplo acerca de la incertidumbre que causan las remakes, especialmente sobre películas que están muy bien hechas, y en el caso de un clásico como Carrie, obra legendaria de Brian De Palma basada en el libro de Stephen King, no parecía necesaria una reversión. Pero lo primero que hay que rescatar es que la historia del autor de La zona muerta y Misery es tan atrayente que aún sabiendo todo lo que va a ocurrir sigue atrapando sin vueltas. Esa adolescente introvertida y discriminada que debe sobrellevar el fanatismo religioso de su alterada madre y que en estados de furia despliega poderes telequinéticos, sigue siendo una trama poderosa. Y que cuenta con correspondencias interesantes con la actualidad, especialmente por el tema del bullying, a lo que habría que sumar el empleo de las tecnologías actuales, como por ejemplo cuando sus compañeras graban a la protagonista con un smartphone, video que suben luego a You Tube. Por otra parte las habilidades para mover objetos y personas a distancia aparecen aquí de manera más recurrente y subrayada, apelando a los efectos visuales disponibles. La directora Kimberly Peirce, responsable de un film notable como Los Muchachos No Lloran, pese a presentar una versión más superficial y con mucho menos vuelo expresivo que la original, alcanza algunos momentos logrados. Las actuaciones tampoco mejoran las de Sissy Spacek y compañía, pero la dupla compuesta por Chloe Grace Moretz y Julianne Moore guarda una sostenida intensidad.