No sólo la nueva versión de CARRIE es una película claramente innecesaria, sino que es flojísima. Sin nada para aportar a un filme (y a una novela) que son clásicos por derecho propio, la película de Kimberly Peirce se contenta con actualizar la historia (digamos, agregarle celulares y videos subidos a YouTube) y aumentar la cantidad de sangre, perdiendo casi todo lo que hacía interesante a la original. Básicamente, una puesta en escena que mantenía al espectador en un constante estado de nerviosa ansiedad.
Lo mejor que se puede decir de esta versión es que, al menos, se trató de respetar la lógica y el sentido de la original. Esto es: en manos de Peirce (la directora de una muy buena película con temática femenina/feminista como BOYS DON’T CRY, en 1999, y prácticamente desaparecida del cine desde entonces), la trama sigue tratando de mantenerse cerca de sus personajes y ser, a la vez, película de terror y drama familiar sobre la sexualidad adolescente. Pero, lamentablemente, eso en la pantalla se reduce a una serie de escenas rutinarias y con poquísimo interés cinematográfico.
La historia la conocen (o pueden googlearla, vamos), pero para los que nunca escucharon hablar de esta novela de Stephen King llevada al cine en 1976 por Brian De Palma y con Sissy Spacek como protagonista (un enorme éxito entonces), les resumo: Carrie es una adolescente tímida y ensimismada que nace de una madre soltera, fanática religiosa, y que desconoce todo respecto a su sexualidad. Cuando tiene su primera menstruación, sus compañeras de curso se burlan de ella, lo que escala a una situación de “bullying” en la fiesta de graduación de la escuela. Lo que las compañeras no saben es que la atormentada Carrie tiene capacidades telekinéticas y que puede usarlas en los momentos menos pensados.
carrie1Más allá de que, insisto, es una remake innecesaria, había opciones para dar vuelta la historia, enfocarla más en el costado social del asunto (el ya comentado bullying), pero los temas quedan en la superficie y no terminan de salir de su costado genérico rutinario. Chloe Grace Moretz (segunda película en una semana, tras KICK ASS 2) no termina de sentirse del todo cómoda en el rol, sobreactuando las características más freak del personaje, y da la impresión que recién gana cierta confianza cuando Carrie… se enoja. La siempre efectiva Julianne Moore (que interpreta a la madre) no desentona, con su rostro más pálido que nunca, mezcla de ermitaña, fanática y borderline de temer.
Respecto a las diferencias con la adaptación anterior: hay un prólogo distinto con el sangriento nacimiento de la niña, el ya comentado uso de internet (además de YouTube, acá podés googlear “telekinesis”) y de la telefonía celular, una madre con mayor capacidad para el daño (y el auto-daño) y algunas cosas que no conviene revelar aquí. Pero más allá de esos pequeños cambios, lo cierto es que la película no parece cobrar nunca vida propia. Es como una copia modernizada desprovista de la gracia de la original, como si le aplicaran un filtro digital a la vieja CARRIE y en el interín se le licuara la sangre.