Autos espías para grandes y chicos
El guion de la nueva «Cars» recuerda bastante a los de viejos y queridos cartoons como «Meteoro» o «Los autos locos», con carreras de autos que se desarrollan en distintos lugares del planeta (Japón y Europa) y unos villanos siempre listos para sabotearlas. Todo esto metido dentro de una trama de espías escrita con mucha simpatía.
El asunto es que más allá de las diferencias entre los autos protagónicos -es decir el auto de carreras McQueen y su mejor amigo, torpe y tonto pero bueno, una grúa desvencijada- hay mucho vértigo y super acción para mantener la cosa sobre ruedas, con muchos chistes eficaces (esto se aplica tanto a grandes y chicos, al mejor estilo de las producciones de Pixar), a lo que hay que sumar un atractivo visual importante, con una dirección de arte por momentos deslumbrante y una especie de hiper realismo digital que vuelve especialmente intensas las escenas de carreras.
Los que vean «Cars 2» en su versión original disfrutarán, además, de un par de autos muy bien interpretados por actores de lujo, empezando por Michael Caine como el espía que mete a la grúa boba a trabajar como agente secreto (el chiste es que el espía cree que la «supuesta» estupidez de la grúa es su gran fachada); John Turturro como el auto italiano de competición que aparece como un archirrival de McQueen (Owen Wilson) y hasta Vanessa Redgrave como la reina de Inglaterra (todas las escenas londinenses sin lugar a dudas están entre o mejor del film tanto en acción como en humor). Pero obviamente, por cuestiones de edad y de cómo está planteada su distribución, la mayor parte del público argentino verá «Cars 2» en su versión doblada al castellano, que de todos modos se disfruta igual o más que el film original, que era un poco más dialogado y menos visual que este muy buen entretenimiento para todo público, dotado de una de esas soberbias bandas sonoras que ya desde hace unos años viene componiendo Michael Giacchino para los estudios Pixar.