Parece que Pixar quiere hacernos creer que Cars 2 nunca pasó. Los personajes presentados en esa película ni siquiera son mencionados en esta: tenemos que suponer que la espía británica que se puso de novia con Mate ya lo dejó por ser un pelotudo. Hablando de Mate, aparece muy, muy poco. Otra vez, el protagonista absoluto es "El Rayo" McQueen, que no es exactamente una mejoría. Recordemos que su personaje, desagradable desde el principio, fue la causa mayor por la que la primera Cars se convirtió en la oveja negra de la familia Pixar (hasta que llegó la secuela, claro está).
En Cars 3 encontramos al mismo "Rayo" McQueen de siempre (nuevamente interpretado por Owen Wilson), solo que ahora tiene un problema con el que podemos simpatizar: se está quedando viejo. Ya sé, ya sé, right in the feels. En especial para nosotros, los chicos que nos volvimos locos con la primera y fuimos de los que más defenestraron la segunda. Es como Toy Story 3 otra vez, excepto porque Cars 3 no se le acerca en nada a esa película.
Lo que sí logra Cars 3 es convertirse en la mejor película de la trilogía, por lejos. Muchos de los colegas de McQueen están siendo reemplazados por novatos que se entrenan con la más alta tecnología. Entre ellos, el villano de la película, Jackson Storm (interpretado por Armie Hammer), que se la tiene jurada al "Rayo" por... umm, porque es un forro, digamos. El caso es que McQueen se encuentra seriamente considerando el retiro.
Para vencer a Storm (y demostrarse que aún tiene lo necesario), McQueen tendrá que entrenarse con Cruz Ramírez, una joven que soñaba con correr profesionalmente, y que le enseñará a McQueen un par de cosas que aún no sabe sobre sí mismo. Cruz Ramírez es por lejos el mejor personaje de la película. En la versión en idioma original, le pone su voz la comediante Cristela Alonzo, haciendo un trabajo espectacular. Casi deseo que hagan una Cars 4 que siga las próximas aventuras de Ramírez.
Así es, casi deseo que hagan otra secuela de la saga de los autos que hablan. Tal vez el mayor triunfo de esta película sea que, finalmente, ha encontrado el balance correcto para que puedan disfrutarla tanto los adultos como los niños; un balance alcanzado raspando en la primera y completamente perdido en la segunda. Hay momentos muy graciosos, y también algunos momentos sentimentales bastante certeros, en especial aquellos sobre la relación de McQueen con su viejo mentor Doc Hudson (interpretado póstumamente por Paul Newman; fragmentos no usados de los diálogos que grabó para la primera película fueron utilizadas en esta).
Sin embargo, es irremediable: por más merchandising que venda esta película, Cars siempre será una mancha para la reputación de Pixar. Cars 3 logra lo que logra más que nada porque es tan superior a la secuela anterior, y fácilmente la mejor secuela de Pixar (antes de las de Toy Story, obviamente).
VEREDICTO: 7.0 - LA TERCERA ES LA VENCIDA
Aunque se queda corta para alcanzar el Olimpo de la animación computarizada (casi completamente repleto de obras de Pixar), Cars 3 logra ser una sorpresa muy agradable y una opción más que adecuada para ir al cine con toda la familia. Como siempre, recomendada para fierreros y, en menor medida, para fans de la animación.