A todo motor
Hace once años se estrenaba Cars: Una aventura sobre ruedas (2006). Este proyecto de Pixar que tenía a simpáticos autos como protagonistas fue un éxito y se convirtió en una fábrica de merchandising que volvió locos a millones de niños alrededor del mundo. En 2011 tuvo su secuela la cual fue bastante mala y planteaba una historia de espionaje. A siete años de esa película llega a los cines la tercera entrega de las aventuras del Rayo McQueen, el corredor que lleva el número 95 y es multi campeón de la Copa Pistón.
Rayo McQueen (Owen Wilson) ve alterada su vida cuando sus compañeros de carreras empiezan a ser reemplazados o se retiran cuando aparecen nuevos competidores, autos de una nueva generación que son entrenados con la última tecnología. El primero en llegar al torneo es Jackson Storm (Armie Hammer) quien desde el primer momento se muestra como ultra competitivo y es bastante engreído. En una carrera el Rayo sufre un accidente y un empresario llamado Sterling (Nathan Fillon) crea un centro de entrenamiento y tendrá ayuda de la entrenadora Cruz Ramírez (Cristela Alonso) quien vio trunco su sueño de ser corredora.
En esta película intentan hacer que lo que se vio en Cars 2 jamás sucedió. Además muchos personajes de la primera parte aparecen muy poco, tal es el caso de Mate, la grúa amiga de McQueen y que en la segunda película fue bastante protagonista. De la nuevas incorporaciones solo se destaca Cruz Ramírez. Los nuevos competidores solamente están para demostrar que el Rayo maduró, ya no piensa sola en ganar como aquella actitud que tuvo hasta los sucesos de la primera parte.
También se buscó darle un aire fresco a una saga que no es de lo mejor de Pixar, lo logra a medias ya que de las tres es la que mejor encuentra el punto para mantener enganchados a los niños y los adultos. Aún así se hace algo larga y muchos momentos en los que quiere ser tierna no llegan a nada.
También está plagada de homenajes a Doc Hudson, el auto al que Paul Newman le había puesto la voz en la primera parte y terminó siendo entrenador de McQueen. Newman falleció en 2008 y su personaje lleva un tiempo muerto por lo que en algunos escenas en que lo recuerdan se usaron audios descartados de la primera película.
Cars 3 mejora mucho con respecto a la anterior, pero aún así sigue estando muy lejos de las grandes obras de Pixar. Los niños la van a amar igual y los adultos deberán desembolsar mucho ya que hay una gran galería de personajes nuevos y al Rayo se lo puede ver de todas las maneras posibles con tal de tener un nuevo producto para vender.