Debo reconocer que no soy fanático de la franquicia. Me pareció siempre difícil de entender porqué los productores en Pixar apoyaban tanto el espíritu de la saga “Cars”.
No le veía el brillo de otros tanques de la compañía y tampoco ofrecía resultados jugosos en la taquilla. Incluso la segunda entrega de estos autos animados fue discreta en cuanto al box office por lo cual nos llamó la atención que Pixar quisiera hacer una nueva entrega.
Hoy, a la luz de los resultados, debo decir que no esperaba que este tercer capítulo fuese el mejor de la historia. Y lo es.
En esta oportunidad, el Rayo McQueen (Owen Wilson en la versión en inglés), inicia una nueva temporada como piloto, dispuesto a seguir en la cima de los vencedores.
Pero las cosas no serán tan simples porque los autos van evolucionando y un nuevo corredor comienza a vencer con facilidad (Jackson Storm) amenazando su reinado.
De hecho, al poco tiempo McQueen se encontrará vencido y acorralado ante su actualidad: debe comenzar a aggionarse a los tiempos que corren (sic) o deberá abandonar las competencias.
Con un cambio de sponsor y una coach particular (Cruz Ramirez, la voz de Cristela Alonzo), el Rayo iniciará un camino que desconoce: asumir que el tiempo avanza e ir en dirección al cambio. Dejar los viejos hábitos y adquirir nuevos.
En esa búsqueda por inspiración para sostener sus aspiraciones, el rojo piloto irá al encuentro de sus mentores, tratando de reconocerse en esos autos, para encontrar la solución al problema que posee: no es un vehículo veloz y si pronto no obtiene una victoria, terminará su carrera abruptamente.
"Cars 3” ofrece una interesante historia para todas las edades sobre el paso del tiempo.
Elige una atmósfera de humor y ternura para presentar un conflicto poderoso, cómo cambiar y aceptar la propia vida cuando se hace imposible seguir sosteniendo el status quo personal. Aborda este complejo escenario que tienen aquellos que habitan en la cima cuando su suerte comienza a declinar, por hábiles que sean.
Porque el avance del tiempo es inexorable. Nadie lo detiene. Con Brian Fee en la dirección (reconocido artista y animador que reemplaza al legendario John Lasseter), “Cars” luce potente en imagen y sonido.
Secundarios bien delineados (aunque con poca participación), secuencias nostálgicas (“Glory days” como canción anticipatoria del cierre?) y mucho glamour y tecnología.
La trama interesa y avanza sin pausa hacia un final inesperado (habrá o no cuarta entrega?), siempre contenida y llena de secuencias divertidas y amenas. Un retorno a la altura de Pixar, el Rayo está de vuelta y esta vez, es para no perdérselo.