Edgardo Cozarinsky es uno de los realizadores más sólidos y creativos de nuestro país, dueño de una obra notable en el límite entre el documental y la ficción. Carta a un padre es una investigación, un trabajo detectivesco, como el mismo realizador lo llama, alrededor de su propio padre. La tesis que subyace al film, hecho de pequeños datos, de fragmentos dispersos, es que, después de todo, todos somos parte de una novela enorme, densa e imprevisible, de un mar de secretos. Cozarinsky se atreve a navegar el propio y, también, de ceder a la deriva.