Estúpida y edulcorada
Un joven aspirante a periodista viaja a Italia junto a su futuro marido, para que este pueda abastecer a su restauran neoyorquino de las más finas exquisiteces que se elaboran en el país europeo, viaje que también tiene mucho de pre-luna de miel, lo que finalmente no será tanto, debido a las frenéticas actividades del novio protagonizado por un hiperquinético y agobiante Gael García Bernal. La muchacha aburrida en Verona dará con un grupo de filantrópicas damas que tienen como misión responder dando consejos y esperanzas a las cientos de mujeres que le escriben a la famosa Julieta Capuleto.
La joven periodista cree que allí hay una buena historia, pero quedará prendada de la benéfica tarea de las damas y mientras García Bernal sigue a los gritos por los caminos de Italia, ella buscará dar paz y sosiego a tanta mujer desafortunada, hasta que entre tantas cartas encuentra la de una anciana inglesa que busca encontrar a quien fuera amante cincuenta años atrás.
Si hasta aquí todo era intrascendente, estúpido y edulcorado lo que sigue es exactamente igual, pero encima obvio y previsible. En nombre del amor se han hecho muchas tonterías, pero no era necesario tanto.