Funebrera familia funesta flanquea Festival: el BAFICI nos da la extrema unción con este ¿documental? ¿ficción? del cineasta veterano. El coming of age nos lleva de la ultratumba de Los Toldos para enterrarnos en una dinámica de familia ensamblada que excede al costumbrismo pueblerino. Nos gusta y te contamos acá por qué.
La Cochería Casa Coraggio duerme su sieta de ultratumba provinciana en Alem 479, en la indiada bonaerense de Los Toldos desde que el pueblo es pueblo. Pero cuando la realidad supera a la ficción y la aliteración se come crudo al cineasta, nace la película Casa Coraggio, del director Baltazar Tokman para demostrar que la línea entre realidad y guion, entre vida y muerte, entre actuación y vivencia es, de a ratos, bastante difusa.
El devenir en adultez de Sofía, madre adolescente y natal del pueblito en el que el dócil pasaje a la after-life es manejado por la misma familia desde que el tiempo es tiempo, incia con su retorno a Los Toldos para lidiar con la cochería familiar ante la afección cardíaca de su padre. Y su crecimiento, como la vida misma, se mimetiza con otro tipo de pasajes. La dialéctica vida-muerte todo lo empapa: el coming of age de Sofía florece entre el negocio familiar de servicios fúnebres y el universo íntimo de la muerte. La vida se abre camino y la constelación de tensiones filiales se opone a la pulsión de muerte: insoportablemente vivos, el erotismo y el drama familiar son el opuesto binario del negocio que se remonta prácticamente hasta el tiempo de la tatara-abuela de Sofía (una mapuche de pura cepa).
La historia es bastante simple: la arqueología familiar sirve como excusa para ejecutar el arco dramático de la protagonista, y la progresión es correcta y sin pretensiones... Hasta que nos enteramos que se trata de una historia inspirada en la realidad: la familia Coraggio existe, y su empresa ancestral también. Sofía y Alejandro Usorevich existen y nos estrujan el corazón con su actuación/realidad tan genuina que nos desconcierta: desenterrar esa historia (viva) es puro mérito de Tokman y equipo.
Verosímil, pueblerina, honesta: Casa Coraggio es un intento noble desentrañar las vicisitudes de vivir entre muertos (y con las consabidas complicaciones de hacerlo entre los vivos). No obstante, cabe mencionar que de la siesta que paraliza a Los Toldos también amodorra la segunda parte del film, hecho que se diluye entre las convicentes actuaciones, el caos que emula a la vida del guion, la cacofonía musical y el paisaje.