Propuesta que bucea en el mundo de la muerte, las casas velatorias como espacio de trabajo para algunos y como lugar de duelo para otros. En el avanzar en el acompañamiento de una mujer que debe tomar algunas decisiones sobre el negocio familiar, el director propone un juego entre ficcion y documental.
Justamente entre ese juego, y el no saber nunca si realmente aquello que se muestra es real o no, se contruye todo el relato, sin sorpresas y con la expectación como punto de referencia narrativa todo el tiempo.