Amigos con Colmillos
Corriendo el año 2015 el género de terror está más que saturado de producciones "cámara en mano", que intentan simular realismo a través de una trama que justifica de la forma más ridícula el hecho de tener a algún personaje registrándolo todo en video. ¿Pero qué pasa cuando el terror deja paso a la comedia y esa cámara en mano deviene en clave falso documental?
Casa vampiro (What We Do In The Shadows, 2014) puede verse como una rara avis tanto dentro del género cómico como el de terror, y es precisamente ahí donde radica gran parte de su encanto.
Viago, Vlad, Deacon y Petyr son cuatro vampiros que viven en Wellington, una ciudad de Nueva Zelanda. Han vivido en este planeta por siglos, pero no por eso han sabido desarrollar sus habilidades sociales, y a eso hay que sumarle que no pueden abandonar su casa durante el día, así que imagínense. El film es un registro de la vida de estos vampiros, su falta de conexión con el mundo exterior y su limitado conocimiento de la modernidad.
Justamente lo atractivo de este "registro" es que funciona como suerte de falso documental o como se dice en inglés mockumentary. El film es un híbrido entre This Is Spinal Tap y la serie televisiva The Office, y producida por los Monty Phyton. El humor funciona en un regsitro extremadamente sutil, lo gracioso descansa en los pequeños gestos, en el intercambio de palabras entre los vampiros, en el timming de cada ocurrencia que se plasma en la pantalla. El humor exagerado o escatológico que se suele asociar con la comedia contemporánea es aquí reemplazado por uno menos explosivo, pero no por eso menos efectivo, y sin dudas mucho más inteligente.
Por más que nos encontremos en el terreno de la comedia, no hay que olvidarse que se trata de una película de vampiros, donde la sangre y las tripas no dejan de ser elementos de un rigor canónico; pero esa sangre y esas tripas funcionan desde el absurdo y lo tragicómico. Este tipo de detalles son los que ponen en relieve la astucia de un film que no es sólo "una peli graciosa de vampiros".
Los vampiros son una mera excusa, a no confundirse. Casa vampiro funciona como una sátira a la sociedad moderna, a nuestra forma de comunicarnos, al modo en que manejamos nuestros lazos afectivos, a la forma en que la tecnología nos deshumaniza y a la necesidad de contar siempre con un Otro que nos defina.
¿Nada mal por tratarse de una película tonta de vampiros, no?