Creo que las comedias románticas son un género subvalorado. De hecho, la Academia que está por entregar los premios en unos días, siempre ha preferido dramas como sus cintas ganadoras. La audiencia, hoy en día, se enfervoriza con cada lanzamiento de Marvel y DC, mostrando que el cine de aventuras y superhéroes, retribuye muy bien cualquier inversión. Y así podría seguir con muchos ejemplos, para hipotetizar que las «rom com» son un placer culposo. Mucha gente las ve, pero desconoce su importancia en la industria.
Pero no, es un género fuerte, que requiere modesta inversión y provee mayores márgenes de ganancia, cuando el producto es de calidad.
De hecho, cualquiera de nosotros sabe líneas de «Love, actually», o canta con soltura «Save a little prayer» de «My best friend’s wedding» y no las olvida a pesar de los años transcurridos… Están instaladas en la cultura popular y extrañamente, por la pandemia, apenas un puñado de ellas están llegando a las salas de todo el mundo (exceptuando las que llegan vía streaming a las plataformas digitales, por supuesto).
De ellas, la que nos toca analizar hoy en día es «Marry me». Una propuesta bastante tradicional, instalada en el mundo de la música pop con grandes estrellas que encabezan elenco: Jennifer Lopez y Maluma.
Hay que decir primero que J-Lo tiene un recorrido en el género, numeroso, como lo demuestran «Second Act», «Maid in Manhattan»,»The wedding planner», «The back-up plan» y más. Son las cintas donde mejor ha funcionado ella como intérprete y donde se siente más cómoda. «Marry me», la nueva cinta de la ascendente Kat Coiro, propone algo sencillo, directo y vistoso: combinar la enorme popularidad de los cantantes y bailarines que encabezan el cast, para traer una nueva versión del clásico cuento de hadas «chico pobre-chica rica y famosa» a la pantalla grande.
Entiendo que el proyecto se afirma en el talento musical y carisma de la pareja de cantantes y ese es el punto de partida de la historia, una trama modesta en la cual veremos a Kat (Lopez), tomar una decisión mediática y de vida fuerte, en un momento incómodo. A punto de casarse con Bastian (Maluma) ante un gran auditorio, conoce la noticia que se han filtrado imágenes de su novio con su asistente y han generado un gran escándalo en las redes. Parada en el escenario, elige un hombre al azar de los que portaba carteles con la frase «Marry me» (que era el leiv-motiv del evento) y lo invita a casarse ante el estupor de toda la audiencia.
Ese hombre es Charlie (Owen Wilson), un apagado profesor de matemáticos, divorciado y padre de una hija muy ocurrente, Lou (Chloe Coleman, gran acierto del cast), que ha ido al concierto de casamiento, sólo por accidente. En pocos minutos se encuentra casado, aturdido y sin comprender qué sucedió y porqué contrajo matrimonio con una desconocida que es una de las estrellas pop más conocidas del mundo.
De ahí en más, veremos una liviana comedia de enredos y descubrimiento, bastante convencional pero que se luce en los cuadros musicales. En lo personal, creo que Wilson tiene poca química con cualquier actriz y J-Lo, no es la excepción. Coiro trabaja muy bien la repercusión mediática y busca rememorar en el público esta cuestión que Julia Robert mostró muy bien haciendo de Anna Smith en «Notting Hill»: cómo no ser devorada por el sistema, cuando se está encumbrada y tan expuesta.
Lopez tiene menos recursos pero canta, y lo hace muy bien. Maluma acompaña con soltura, sin problemas y como en toda rom com, el peso también se apoya en los secundarios: John Bradley y Sarah Silverman hacen lo suyo con oficio y aportan algún color necesario para sostener el interés en la trama.
Creo que no van a encontrar nada novedoso aquí, tampoco una pareja protagónica explosiva y sí, un film sencillo y discreto que evoca, en cierta manera, aquellas clásicas comedias románticas de los 90′ donde todo lo imposible, se hacía realidad. Si no es tu género favorito, quizás recomendaría que pases de él.