Casi Leyendas: Amigos serán Amigos.
La amistad, los sueños y las segundas oportunidades. Tópicos que se reúnen para en esta comedia con tintes de esperanza vintage.
Cuando Beatrix Kiddo (Uma Thurman) le cuenta a Bill (David Carradine) quien es su prometido en Kill-Bill Vol. 2 (2004) le dice “Es un fan de la música”, a lo que el asesino y ex de La Novia le reponde: “¿No lo somos todos?”. El realizador Gabriel Nesci entiende a la perfección esta postura y tanto en su ópera prima Días de Vinilo (2012) como en Casi Leyendas (2017) la música juega un papel preponderante en la vida de sus personajes, pero también en la de todo ser humano; ya que es la que de alguna manera, nos conecta a momentos y sentimientos.
Axel (Santiago Segura) es un tipo anclado en un pasado que pudo ser y no fue. Agobiado por su situación personal (su padre está como un vegetal en un geriátrico) y la falta de amigos gracias a su personalidad bastante peculiar, decide poner en marcha un plan descabellado: unir a la banda que supo tener con sus dos amigos argentinos luego de 25 años de inacción por un misterioso hecho que desencadenó su separación y posterior huida a su país natal, España.
Los días de gloria musical de los amigos de Axel también quedaron atrás y sus presentes no son muy alentadores: Javier (Diego Peretti) es un profesor de secundaria que vive en un estado de depresión crónica por la muerte de su esposa, hecho que lo aleja peligrosamente de su hijo adolescente y hace de su vida un desastre del que su casa es el fiel reflejo. Lucas (Diego Torres) es un abogado exitoso, y al parecer el único de los tres que le va bien, pero un exceso de ego y falta de empatía con la vida lo llevan a perder el trabajo de la noche a la mañana y a que su vida se desmorone por completo.
Axel llega a la vida de los otros dos no en un buen momento con la intención de reflotar su banda de música para un concierto de viejas luminarias de los 90’s organizado por una famosa emisora de radio, lo que no saben es a medida que vayan reflotando sus éxitos pasados también sus fantasmas volverán para acecharlos, tanto los personales como algún que otro “enemigo” que disfruta de ese éxito que ellos pudieron pero no supieron tener.
El film se mueve entre la comedia y el drama, apoyado por una gran banda sonora escrita por el mismo Nesci que nos devuelve a una época no tan idealizada como los 80’s pero que aún queda en nuestra memoria. Los temas de la banda ficticia “Autoreverse” suenan con es melodía que inevitablemente nos hace mover el pie, aún sin haberlos conocido antes, pero es que tienen ese espíritu de la juventud y es un gran logro del director. Canciones pegadizas y hits instantáneos.
El trío protagónico conformado por Peretti, Torre y Segura es increíble y se nota una gran química desde el comienzo, aunque desde la primer escena el director nos hace notar quien será el protagonista de la película: Santiago Segura. Y es que el actor ibérico está tan enamorado de nuestras tierras como nosotros de él y caímos rendidos a sus pies y a su actuación, de ese Axel que es un niño en un cuerpo grande; tan naif como determinado en su búsqueda de la gloria. Pero no de la gloria musical, sino de la gloria de la época. Una época más idealizada, donde la amistad y las relaciones eran atravesadas por el hilo conductor de una canción.
La amistad, los sueños, los amores perdidos y encontrados, y sobre todo las segundas oportunidades son el motor de este film que no debe pasar desapercibido. Un film que nos invita a reflexionar sobre el verdadero valor de los afectos en un mundo cada vez mas materialista.