El reverso de la historia.
Con una película como Días de Vinilo y el clásico de la televisión argentina Todos contra Juan; Gabriel Nesci es un experto en la visión del mundo masculino. Pero los que construye, parecen no ser cualquier personaje; sus protagonistas son hombres que cruzaron la barrera de los 40, que cargan con algunas frustraciones de la insatisfacción por los deseos que tuvieron de jóvenes y no pudieron cumplir, la piedra de la nostalgia. Casi Leyendas no escapa a esa fórmula, y no por conocida resulta menos efectiva.
Todo comienza en España con Alex (Santiago Segura), un hombre con evidentes trastornos obsesivos compulsivos y la consecuente dificultad para la interacción humana. Alex no tiene amigos, vive para cuidar a su padre anciano en un acilo, y trata al eventual enfermero a cargo de aquel como si fuese ese amigo que le hace falta.
El llamado del destino le llegará cuando escuche en una radio argentina la convocatoria para bandas musicales que tuvieron su cuarto de hora de fama, que participaron en un show inaugural de aquella emisora que ahora está de aniversario. Sí, Alex participó en una de esas bandas.
Sus impulsos lo llevan a regresar a una Buenos Aires que abandonó en su juventud; y allí se dispondrá a ubicar a los otros dos miembros de Auto-Reverse, la mítica banda one hit wonder.
Lucas (Diego Torres) es un abogado arrogante, en eterno proceso de divorcio negado por él mismo, de amante con una secretaria bastante más joven que él. Ese globo en el que vive se pincha a los pocos minutos de aparecer. El estudio para el que trabaja lo responsabiliza por un fraude, y de la noche a la mañana, se encuentra sin nada, teniendo que aceptar una probation para evitar una penalización mayor.
Javier (Diego Peretti) es un viudo, con un hijo adolescente, profesor de biología, con todo el desgano por vivir a cuestas. Será el primero a quien acuda Alex, que se quedará a vivir en su casa creando más de un conflicto de ánimo.
Por diferentes razones, los tres deberán limar las asperezas que los separaron y revivir aquella banda con la vitalidad haciéndose presente una vez más en sus vidas.
Apoyado por rubros técnicos correctos y una banda sonora muy ganchera en la que se destacarán canciones compuestas por el propio Nesci junto a hits de la época que intenta homenajear; Casi Leyendas se destaca por un rigorismo formal sin fisuras.
Si en sus anteriores trabajos, el realizador había mostrado una veta emocional, será en esta oportunidad donde mayor carga dramática mostrará. El balance entre la comedia – con momentos realmente hilarantes – y el drama, honesto y palpable; todo el tiempo es logrado y nunca se nota forzado. Más de uno podrá sentirse cómodamente identificado con las historias de alguno de los tres integrantes de Auto-Reverse; que de algún modo desnudan una realidad de insatisfacciones, el lado B, detrás de la fachada exitosa que siempre se intenta imponer a los personajes que traspasaron los 40. El tono irónico y agridulce de Nesci será fundamental.
En cuanto al trío protagónico, Peretti será quien cargue con el mayor peso dramático, repitiendo algunos mohines que le vimos en sus personajes creados en colaboración con Juan Taratuto y Pablo Solarz; la solvencia del actor e identificación inmediata, hacen que no imaginemos a Javier con otro rostro que no sea el del actor de En Terapia.
Lucas quizás sea el personaje creado a trazos más gruesos, Diego Torres no termina de encajar del todo en las exigencias del personaje, y la química masculina será mejor que la que posea con su contrafigura femenina a cargo de Florencia Bertotti. No obstante, el carisma propio de Torres hace que compremos sin muchas exigencias.
Paremos acá, cada vez que la propuesta amenace con decaer, recordemos que está Santiago Segura en ella. El actor de Torrente definitivamente hace un show aparte en el film, y se amalgama perfectamente con sus compañeros masculinos y su interés romántico a cargo de Claudia Fontán. Con un personaje como Alex, que le brinda servido en bandeja una gama de posibilidades para destacarse, Segura las aprovecha todas y es, sin dudarlo un segundo, lo mejor de Casi Leyendas, cada escena en la que él aparezca será imposible que no posemos la mirada sobre él.
Conclusión:
Casi Leyendas ofrece una mirada al mundo masculino desde las frustraciones y nos dice que nunca es tarde para las segundas oportunidades. Dentro de una temática de observación de género bastante transitada, lo hace escapando de varios clichés, y otorgado un buen balance entre la emoción y la carcajada. La gracia propia con un humor particular en los diálogos que viene demostrando su director en todos sus trabajos, y la aparición de personajes secundarios bien construidos, redondean una comedia amable y más que aceptable. Cantemos al ritmo de Auto-Reverse.