El reto.
Reneé ha transitado por distintos tipos de comedias, dramáticas, musicales y las denominadas “screwball”, con versatilidad, logró cautivar a un público por su espontaneidad y dulzura, una “niña bien”, de aspecto siempre jovial, de hacer muecas y gestos ridiculizados, hasta llegar al pico de los relatos feministas con El Diario de Bridget Jones. Transitar por el género de terror parece haber sido su nueva ocurrencia, decisión aprobada por poca oferta laborar, por mantenerse en cartelera o vaya uno a saber por que. Reneé interpreta a una asistente social llamada Emily Jenkins, de vinculación a niños que sufren ejemplos de violencia familiar, es la encargada de mediar, de advertirlos y conciliar con padres e hijos mediante conversaciones esclarecedoras. Es soltera, no ha pasado por la experiencia de tener hijos propios y tiene un novio que la presiona con la idea de vivir juntos. Un dia, sobre su escritorio, reposaban 38 carpetas, 38 niños, sobre ellos uno nuevo se posó, el de una niña tímida, que ha bajado la calificación de notas escolares bruscamente. Advertencia para la cual, Emily pondrá atención frente a las señales recogidas.
La pequeña se encariña con la asistente, determinador sucesos y melosidad mediante, Emily acepta la tenencia de la menor y comienzan a convivir juntas.
El caso, no sólo invoca a films como El Exorcista, La Huérfana y Sexto Sentido. Existe violencia gráfica, recursos intencionados abruptamente para generar un salto en la audiencia, y hasta mas de una escena de sobreexplotación de efectos visuales, no creibles.
Emily era una experta en su trabajo hasta que conoció a la niña, al igual que los espectadores, estafada por otro de los casos en que todo lo que creíamos puede ser de otra manera, una invitación a desconfiar.
Dentro de los secundarios tenemos a Ian McShane, como un policia / detective amigo que está siempre dispuesto a recibir llamados a la madrugada y salir corriendo a asistir a Emily. Confesor por momentos, absurdo en sus conclusiones, es apenas, el único personaje presentado que genera la sensación de haberse insertado en su rol.
Dos mujeres rubias y el horror.
El resultado de la incursión de Renée (actriz ganadora de un Oscar) es olvidable, lastimosa, desentonada. Ahora, la otra rubia, más marginal, a mi pesar una muy mala actriz, sin embargo, consigue impactar, cambiar radicalmente su perfil y convertir placentera la visión de un film que si bien contiene muchas fallas funciona en gran parte debido a su tarea, pero esa es otra historia, esperen al estreno de La Caja Mortal.