Un intento fílmico fatal aunque angelical. Crítica de “Cats”.
La película inglesa “Cats” desvirtúa la obra del realizador y compositor teatral Andrew Loyd Webber en manos del director Tom Hooper, quién delega la obra en los hombros del elenco. Su mano como conductor se desdibuja con fallas técnicas en la producción de una cinta, que recopila vídeos musicales sin entender la invisible pero emergente puesta en escena y alguien que le de sensaciones al público no pura brillantina.
El argumento es la adaptación del célebre musical de Andrew Loyd Webber, con el mismo nombre. La historia se centra en una tribu de gatos “Jellicles” en el lapso de una noche en la que anualmente tienen la posibilidad de escoger quién de ellos revivirá en una nueva versión. La elaboración teatral se realizó sin pausas por 21 años en la localidad londinense West End. Asimismo en Broadway en Estados Unidos donde tuvo una permanencia de 18 años en marquesina.
La dirección de Tom Hooper tras los éxitos en El discurso del rey y Los miserables no obtuvo un musical si no un compilado de videoclips que quisieron dar la idea de inclusión, renovación y redención aunque se produjo una dispersión de cuál era la tensión: ¿Y el conflicto?.
El texto por parte de Lee Hall y Tom Hooper tomó una mala pasada ya que la historia contada por medio de la visión de Victoria fue una elección sin mucho horizonte: un fuerte abandono a ella en un basurero donde conocería a los Gatos Jélicos, cómo va conociendo a esa comunidad, quiénes son los importantes lo especial de la noche es Jellicle Ball y sus normas, los malos y buenos. Desaparece la trama y queda plano el filme.
El responsable de fotografía Christopher Ross registró apreciables números fue el ejemplo: Francesca Hayward con su ballet, cara angelical y cuerpo con distintas figuras; sus emociones. Por medio de su personaje “Vitctoria” se observa esa noche, a través de sus ojos.
Fue entrenada en danza clásica y pudo acoplarse con diferentes estilos de baile con movimientos más improvisados que los tradicionales y reiterativas poses del Royal Opera House de Londres donde ella es la principal bailarina. El filme también trajo al australiano Steven McRae como Skimbleshanks que tiene el mismo rango que Francesca de quién no puede olvidarse su gran momento haciendo tap o zapateo americano. Tuvieron lugar también el hip – hop, jazz y street dance.
Tanto bailarines como actores fueron tomados en sus rostros aunque sus cuerpos están enfundados por un pelaje compuesto por computadoras, detalle que desmejoró el aspecto estético del filme.
Las estrofas inolvidables de Jennifer Hudson como “Grizabella” con la canción “Memory” dieron un toque gospel. Su interpretación da luz, fuerza y esperanza a una película llena de baches. Su papel la describe como una gata en el ocaso de la fama con frustraciones.
La mujer que ha puesto la faceta teatral es la actriz Judi Dench como la líder espiritual de todos los gatos jélicos, ella es el gran manifiesto felino en su personaje “Old Deuteronomy”.
La cantante, actriz y bailarina Taylor Swift dio una performance espectacular con una tintes a burlesque o cabaret junto a Idris Elba; entre ellos se dio un conjunto explosivo de villanos él como Macavity y ella como Bombalurina.
El trío cómico fue dado por: el presentador James Corden como “Bustopher Jones” un desprejuiciado gato elegante pero bizarro, la humorista Rebel Wilson(Jennyanydots) que desplegó todo su histrionismo con el diseño de los sets; jugando con su desenvuelta destreza y sus picardias. Asimismo la simpática compañía del actor Laurie Davidson como Mr. Mistoffelees un mago con disparates y algunos trucos no tan perfectos.
El filme en general se salva por las melodías líricas de Andrew Lloyd Webber .Se opaca con un reparto que prueba constantemente su falta de compromiso con la comedia musical; efectos visuales sin mucha garra. Arañando llegan con Judi Dench a tener capacidad de seducción escénica y se reconoce las espectaculares coreografías de McRae y Hayward.
Puntaje:50.