Los tres días de Nick Sloan
Causas y Consecuencias (The Company You Keep, 2012) tiene lo que en teatro se dice “gran elenco” cuando no queda nadie más famoso a quien nombrar en el cartel, pero aquí va en serio. Una vez que se han presentado a los protagónicos Robert Redford y Shia LaBeouf nos queda el “gran elenco” que consiste, más o menos en orden de aparición, de Susan Sarandon, Stanley Tucci, Stephen Root, Terrence Howard, Anna Kendrick, Chris Cooper, Nick Nolte, Julie Christie, Sam Elliott, Brendan Gleeson y Richard Jenkins. Su presencia es fundamental, porque magnetiza un thriller aburrido con la emoción de un safari de celebridades.
La trama sigue al personaje de Redford, Nick Sloan, un anciano abogado que se hace a la fuga cuando el FBI le identifica como un ex miembro del grupo de extrema izquierda Weather Undergound, que allá por los ‘70s protestaba la guerra de Vietnam con bombardeos que nunca mataron a nadie (la película inventa una víctima ficticia para acentuar su dilema moral). Otro de los ex militantes Weathermen es Sharon Solarz (Sarandon), que se entrega al FBI a comienzos del film luego de vivir 30 años como una apacible ama de casa suburbana.
El deuteragonista es un reportero de medio pelo llamado Shepard (LaBeouf), que indirectamente desencadena la persecución de Nick y luego le sigue los pasos en el nombre del periodismo. Es el único personaje con motivaciones claras. Nick probablemente quiere limpiar su nombre, como todo fugitivo ha de hacerlo en su propia película, ¿pero limpiarlo cómo? Asistimos a sus rebuscados actos de escapismo y sus reencuentros con ex Weathermen (consistentes de la mitad del ya citado “gran elenco”) sin mucha emoción, ya que resulta difícil involucrarse emocionalmente cuando no sabemos por qué el héroe hace lo que hace, y la trama olvida a sus personajes más interesantes luego de una o dos escenas.
Como en Nada es lo que parece (Now You See Me, 2013), nunca es divertido estar del lado de la policía cuando el protagonista es el criminal. Si bien la película no nos abandona en compañía del FBI demasiado tiempo, poseemos más o menos la misma información que sus agentes, y Redford, los Weathermen y el meollo de la cuestión serán un enigma hasta el final, a verse complicado innecesariamente por una o dos subtramas que no agregan absolutamente nada.
Además de protagonizar, Redford dirige la película. El proyecto sin duda busca hermanarse con las películas conspirativas y cargadas de liberalismo político que el actor protagonizara en los ‘70s, como Los tres días del cóndor (Three Days of the Condor, 1975) y Todos los hombres del presidente (All the President’s Men, 1976), pero a su lado Causas y Consecuencias es una adición menor. Las cosas que muestra y revela no son ni nuevas ni fascinantes. En una era donde todos cuestionamos con cinismo la legitimidad de los medios comunicacionales, la moraleja del film llega tarde y hasta un poco inocentemente.