El gancho de Causas y consecuencias es que se trata de una película que supuestamente abordaba el tema de la militancia política en los años ´60 y la experiencia de los grupos más radicales que es una cuestión que el cine norteamericano se empecinó en esconder debajo de la alfombra.
Hay muchas historias reales apasionantes relacionadas con este período histórico al que poco directores se animaron a trabajar con una buena producción.
Entre los antecedentes destacables se puede mencionar Un lugar en ninguna parte (1988), del gran Sidney Lumet (12 hombres en pugna) por la que River Phoenix terminó nominado al Oscar y trataba un historia similar a este film de Redford.
Después no hay tantas películas para resaltar porque lo norteamericanos por alguna razón tienden a escaparle a estos temas.
La decepción que genera este estreno es que por los antecedentes de su carrera, uno hubiera esperado que Redford se la jugara un poco más y brindara la gran película que se merece esta temática y nadie se animó a filmar.
La trama gira en torno a los miembros del Weather Underground, un grupo de extrema izquierda, que fue la facción armada del Student for Democratic Society (SDS), uno de los movimientos estudiantiles más importante en la historia de ese país, que merece una película aparte.
El tema es que nadie tuvo todavía los huevos para hacerla porque es mucho más fácil producir una biografía trillada de Lincoln, ya que representa mejor a los ideales patriotas del Tío Sam.
Dentro del SDS los muchachos del Weather Underground era los más pesados y creían que la verdadera revolución había que hacerla a través de la lucha armada. Suena familiar¿no?
Así fue que pusieron bombas en el Pentágono, el Departamento de Policía de Nueva York y hasta sacaron de la cárcel al escritor Timothy Leary para trasladarlo de manera clandestina a Argelia.
También participaron de operaciones en conjunto con el Ejército de Liberación Negro y la Organización Comunista 19 de mayo.
Una película sobre miembros Weather Underground, aunque fuera de ficción, debió ser apasionante porque presenta un tema interesante para reflexionar pero Redford abordó la cuestión de una manera bastante superficial donde prefirió trabajar esta cuestión a través de un supuesto thriller comercial que resulta algo fallido.
Ese es el otro problema que tiene la película.
Comienza muy bien con la presentación del conflicto y los personajes, pero con el paso del tiempo la historia pierde fuerza por la narración lenta del director que encima termina por desperdiciar el tema.
El concepto del terrorismo actual y su comparación con el de los años ´60 es muy interesante y permite un gran debate al que esta película le escapó por completo, ya que su director decidió recrear un capítulo de El fugitivo.
Una lástima porque Causas y consecuencias reunió uno de los mejores repartos que vimos en el cine en el último tiempo.
La película no es mala pero daba para mucho más por el tema que trataba.