Acá tenemos una nueva propuesta de fantasía para colegialas que intenta emular el suceso de Crepúsculo con una idea conceptual bastante pobre y trillada.
La buena noticia es que la película es mucho más decente en términos de realización de lo que fue la horrenda Hermosas criaturas, que sufrimos en el verano.
Una particularidad de esta producción es que durante el 80 por ciento del film el director se enfocó en la aventura y la acción.
En consecuencia, la película es muchísimo más llevadera de ver que otros títulos similares que llegaron a las salas.
Los primeros 15 minutos del film donde se presenta a los personajes principales son realmente buenos y logran engancharte en el conflicto.
Me parece justo destacar esto.
La saga Crepúsculo y Hermosas criaturas fueron malísimas desde los aspectos técnicos donde no había nada para resaltar y en este caso la situación es diferente
En el primer segmento del film el director Harald Zwart (Karate Kid) trabaja con una muy buena labor de fotografía, que le dió al relato una estética más oscura y los efectos especiales de monstruos y elementos fantásticos están bien hechos.
El problema de Cazadores de sombras surge cuando la película se mete de lleno en el romance y tira por la borda lo que uno venía viendo hasta ese momento.
Queda la sensación que en la mitad del rodaje otro director tomó las riendas del film y como la producción no se parecía lo suficiente a la saga de vampiros con Kristen Stewart crearon más escenas románticas, triángulo amoroso incluido, que son penosas de ver.
Este es un estreno raro donde los protagonistas que se conocieron durante cinco minutos de repente salen con planteos de celos como si fueran amantes de toda la vida.
El romance no es creíble y en la película está completamente forzado.
Otro problema es que el rol protagónico masculino quedó en manos de uno de los peores actores jóvenes que surgieron en las últimas décadas: Jamie Campbell Bower, que viene de la escuelita Crepúsculo, hace poco fue aniquilado por el público y la prensa por su patética e infame interpretación del Rey Arturo en la mal lograda serie Camelot, con Eva Green.
Bower como el famoso guerrero inglés era tan creíble como Justin Bieber haciendo de Maximus en Gladiador.
Hay determinados roles en los que este muchacho simplemente no encaja y el personaje de héroe recio en este film digamos que le queda grande.
Tampoco lo ayudó que en la película los cazadores de demonios, en lugar de lucir como Solomon Kane, se vistan como los sobrinos del motoquero de los Village People.
Un poco de dignidad para los cazadores de demonios. Es todo lo que pido.
Lo peor de la película, sin embargo, es su duración criminal de 130 minutos que es totalmente inaceptable.
La trama se alarga sin necesidad y por el conflicto que tenían lo podían haber resuelto en 90 minutos.
Después de ver esta primera entrega cuesta bastante creer que Cazadores de sombras tenga una secuela.
Hay que ver como la recibe el publico a partir de esta semana.