Lo predecible, lo contado, lo no desarrollado, lo explícito, las caras de miedo con antelación; todo eso tiene esta película plana que se olvida de cuestiones importantes como el protagonismo masculino falto de carácter. Ya lo demostraron películas como El resplandor ó Misery -relatos también basados en novela de Stephen King- cómo este tipo de personaje llegaba a un lugar, una casa donde su paz mental se veía alterada por la locura y se veía arrastrado por ella de manera obsesiva. Ése mal que circundaba y que además era el contraste de un partenaire con contundentes convicciones, como lo fueron en las nombradas películas, los personajes femeninos.
Con un cambio en el guión sobre la desaparición de unos de los personajes, que intenta sorprender para quien vio la película anterior y que enoja a quien leyó el libro; esta adaptación, intenta sopesar el género con pequeños trucos sonoros que te hacen saltar de butaca, un recurso deplorable para quien espera algo más después de interesante propuesta de IT.
Sigue restando una fotografía plana, que es alimentada sólo por un cenital de comienzo en drone, ésa del auto en la carretera rodeada de tupido bosque, y que te podrían hacer creer que lo que se viene tiene esa propuesta omnipresente del autor, pero no, es sólo una seguidilla de planos que carecen del manejo avezado de la óptica cinematográfica, como de un ritmo visual.
Calificación: 3/10.