Cementerio de Animales: Alejado de Stephen King pero…
Llega a los cines el film basado en una película de 1989 y un libro de 1983. Renovada, con ambiente terrorífico aceptable pero quizá a algunos fanáticos no les complazca tanto.
La historia en este caso está contada por los guionistas Matt Greenberg (Reign of Fire; Halloween H20) y Jeff Buhler (The Prodigy, The Midnight Meat Train) por lo que tienen experiencia en historias de terror, género del cual toman varios lugares comunes para relucir esta muy aceptable película de terror.
En la versión de 1989 el guionista fue el mismísimo Stephen King (Que escribas geniales novelas no te avala a ser un genial guionista), lo cual se mantuvo mucho más fiel al libro. En este caso, la base es casi la misma: El Dr. Louis Creed y su esposa, Rachel, se mudan a la zona rural de Boston, Maine, con su hija Ellie e hijo Gage. Y obviamente la pareja pronto descubrirá un misterioso cementerio escondido en lo profundo de los bosques cerca de su nuevo hogar. ¿Lo conocido no? Pero esta no es una fiel remake, y eso puede ser tanto muy bueno como malo para algunas personas. Especialmente los fanáticos del señor King.
Mary Lambert fue la directora de aquel film de 1989, mientras que en esta versión que hoy sale a los cines los directores son Kevin Kölsch y Dennis Widmyer, una dupla de directores que ya trabajaron en Starry Eyes, Holidays y unos capítulos de la serie Scream. Ambos logran un correcto trabajo en la dirección, pero sin ser atrevidos en ningún momento. Más allá de la sangre en ciertas tomas, y lo bien filmada que está la tragedia que todos predecimos.
En sí no hay nada muy criticable de la película a nivel visual, ya que logra con su buen director de fotografía Laurie Rose (De la 3º temporada de Peaky Blinders) unas atmósferas escalofriantes, ayudados con jumpscares clásicos pero bien realizados.
Lo interesante fue que por momentos intenta introducirse en temas más serios como la pérdida, la muerte, pasados atormentados de la madre de la familia (Excelentes por cierto), pero lo malo es que no llega a afianzarse. El film parece que cava la tierra solo un poco, no tan profundo, sin llegar al fondo del asunto. Quizá estando algo perdido en crear la atmósfera espeluznante, o los giros narrativos, distrayendo del tema del duelo.
Las actuaciones son correctas, con una gran interpretación por parte de Amy Seimetz (Alien: Covenant) como la madre de la familia. También un aceptable liderazgo de Jason Clarke (Zero Dark Thirty, Terminator: Genesys) como el Dr Louis. Asimismo los hijos, destacándose Jeté Laurence como Ellie. Además de Jud, el amigo que lo introduce al regreso de la muerte, interpretado por el icónico John Lithgow.
Aunque por momentos tarde en generar el clima aterrador, la película logra su cometido. Entretenernos y atraparnos en esta historia. Aquí hay un claro vínculo entre espectador y obra. De la percepción del público. Ya que anticipamos lo que sucederá, sea por los trucos clásicos del género o por ser una remake de dos obras de hace muchos años. A la vez, esto puede llegar a sorprender para bien a algunos amantes del terror.
A esta película la trajeron de entre los muertos, y no ataca solo a arañazos. Puede morder y sacar bastante sangre, debido a las sorpresas que te aguardan. Y no nos olvidemos del gato Church, algo tan lindo como perturbador.